Al menos 22 cuerpos fueron retirados del hotel de lujo atacado el fin de semana en Kabul por los talibanes, «algunos calcinados», cuya identificación es difícil, según un nuevo balance del ministerio de Sanidad el lunes.
«Veintidós cuerpos fueron trasladados a hospitales, en particular para ser identificados. Algunos de esos cuerpos están tan calcinados que se necesitarán análisis ADN para reconocerlos», Wahid Majroh, portavoz del ministerio.
El balance anterior del ministerio de Interior daba cuenta de «18 muertos de los cuales 14 extranjeros y diez heridos entre ellos seis militares».
Un comando de media docena de personas ingresó en el hotel -propiedad del Estado afgano- poco después de las 21H00 locales del sábado (17H30 GMT), provocando una explosión para abrirse camino antes de disparar.
Los agresores dispararon contra los clientes y el personal, antes de parapetarse en los pisos del hotel, manteniendo en ellos a varios rehenes.
El ataque terminó solamente 12 horas más tarde, hacia las 09H30 locales del domingo (06H00 GMT), una vez que todos los asaltantes fueron ultimados por las fuerzas de seguridad.
Según la prensa local la cantidad de muertos se contarían por decenas: el canal de televisión Tolo News cita a unos «43 muertos según fuentes creíbles».
El portavoz adjunto del ministerio de Interior, Nasrat Rahimi, indicó el lunes a la AFP que «el comando utilizó pistolas, kalashnikov y granadas y uno de ellos llevaba un chaleco de explosivos».
La mayoría de las víctimas murieron por disparos, pero algunos murieron por un incendio iniciado en el cuarto piso por los atacantes.
Según una fuente de seguridad, «dos de los atacantes habían pasado la noche en el hotel como clientes».
Los talibanes reivindicaron este ataque en un comunicado, afirmando haber matado «a decenas de extranjeros».