«Las líneas más difíciles son esas que nos tocan escribir convencidos de que no siempre lo necesario es lo mejor pero si lo más oportuno.
Ahora me ha tocado a mí hacerlo.
Despedirme es una palabra que nunca me ha gustado quizás porque siempre he creido que las despedidas no existen cuando se sigue conectado con una realidad que me golpea duro y directo a mi humanidad.
No conozco a todos los fallecidos, perseguidos, torturados, detenidos y mucho menos a sus familiares quienes también son víctimas de lo vivido pero indudablemente que me duelen como si lo hubiese vivido yo.
Cuando llegó Chávez al poder yo tenía 23, siempre le hice oposición porque estaba y estoy seguro y convencido qué lo que se logra con la violencia no se puede mantener sino es con la violencia. Lamentablemente así ha sido.
En los últimos casi 5 años he visto y conocido de cerca los horrores de la dictadura y la lamentable apatía de un porcentaje de la sociedad civil que ha mantenido con su silencio cómplice la permanencia de los malos en el poder.
En los últimos 5 años fui detenido, torturado, perseguido, amenazado y atacado incluso en algunas oportunidades por conocidos y algunos afectos.
La foto de mi hija dio la vuelta al mundo y por supuesto que me indignó por ser mi hija y por lo que representa la imagen en sí: un país bajo la bota militar.
Me voy sin despedirme pero si anunciando que me voy para que no quede duda que la fuerza, las ganas y el empeño en continuar denunciando lo que sucede en venezuela no puede continuar pasando.
Me voy sin despedirme de tantos jóvenes y amigos que logré conocer, tantos familiares que me dieron la confianza de denunciar sus casos.
Probablemente no pude ayudar a todos, seguramente en algunos casos pretendiendo ayudar no lo hice.
Pero allí estuve siempre procurando sumar, crear, organizar y en muchas oportunidades hasta «regañar».
A los que me han dicho que debemos hacer les respondo lo que siempre he dicho:
No se cansen, no se resignen, no se acostumbren y nunca pero nunca dejen de hacer y de proponer.
Abandonen la queja y el lamento.
Sumen, siempre traten de sumar.
Peor que la muerte, el olvido y precisamente eso eso lo que busca la dictadura que olvidemos.
Quiero agradecer a todos los que me apoyaron y quiero pedir que sigamos trabajando desde los espacios necesarios para derrotar la tiranía.
No importa quién se va ni quien se queda sino quien deja de hacer.
Los llevo a todos en mi corazón.
Gracias
Andrés Colmenarez»
@andresvzla1975
20 de enero de 2018