La excanditada a la gobernación de Lara y a la alcaldía de Iribarren por el partido Independientes por el Progreso, Yennifer Peña, visitó la redacción de EL IMPULSO y en sus declaraciones fijó su claro y contundente apoyo a la iglesia católica como institución.
En este sentido, rechazó las acusaciones del presidente Nicolás Maduro contra el obispo de la Diócesis de San Felipe, Víctor Hugo Basabe y contra el monseñor Antonio José López Castillo, obispo de la Diócesis de Barquisimeto, por sus mensajes ofrecidos en sendas homilías el 14 de enero, durante la procesión 162 de la Divina Pastora, en las que expusieron la crítica y dura realidad económica que enfrentan los venezolanos sumidos en el hambre y la pobreza.
“Hay que aplaudir la valentía de Basabe y de Castillo, porque muchos saben lo que aquí ocurre, pero se quedan callados y se convierten en cómplices de este régimen”, acuñó Peña.
Lo manifestado en las homilías es muy cierto, por lo tanto, considero que los discursos pronunciados no incitan al odio ni a la violencia, recalcó.
Es cierto que atravesamos por una hambruna. Declaraciones de Cáritas Venezuela exponen que los niños mueren de hambre. Hay una crisis de salud pública porque los hospitales carecen de insumos, a pesar que el mapa se tiñó de rojo, sin excusas ahora para que el Gobierno diga que algún opositor le está haciendo contrapeso a la revolución que le impida abastecer los centros de salud de insumos y medicinas, determinó.
Para nadie es un secreto que no hay reactivos en el Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda para la realización de exámenes, afirmó.
Señaló que la mayoría llega a dicho hospital presentando baja hemoglobina, por efectos del hambre que pasa, y para poder recibir transfusión no solo debe llevar al donante, sino que está obligado a cancelar 800 mil bolívares en un laboratorio privado para que le realicen los exámenes de la sangre extraída al donante y le confirmen que sí está o no apta para que le sea transfundida.
Lamentó que a estos pacientes hospitalizados les suministren una pequeña ración de alimentos que no se corresponde con su estado de salud, tales como media tacita de crema de auyama por la tarde-noche.
Enfatizó que la grave crisis que golpea a los venezolanos está relacionada con el sector alimentario “a pesar de que la expropiación llevó a manos del gobierno las principales empresas productoras del país”.
Se refirió también a que la diáspora venezolana dividió a familias y ha llevado, incluso, al maltrato de coterráneos en tierras extranjeras.
“La iglesia, que somos todos, es una institución con mucho poder, que además está expandida por todo el país. Nosotros tenemos que dar un hasta aquí a las arbitrariedades de Maduro, porque él desde una cadena nacional da órdenes a los poderes, que no son independientes; desde allí ofende, maltrata, calumnia. ¿Quién le aplica la ley del odio a Maduro y a otros dirigentes oficialistas que utilizan los micrófonos para el odio? preguntó.
Sobre los hechos acaecidos la mañana del lunes 15 de enero en El Junquito, Caracas, donde falleció acribillado Oscar Pérez, la dirigente social y política larense indicó que muchos venezolanos aspiran un cambio, pero no contribuyen ni apoyan a quienes se ofrecen a construir esa transformación, incluso, se burlan y tildan de película de acción el plan desarrollado por la resistencia.
Es allí donde podemos constatar que hemos perdido la humanidad. Por ello se compran las conciencias y continuamos sumergidos en esta crisis. Los cambios se hacen con el esfuerzo de mucha gente, cada quien en su espacio, pero sumando fortalezas hacia la misma meta que es sustituir por otro el sistema actual del Estado, porque así tengamos un nuevo presidente va a permanecer la Asamblea Nacional Constituyente ya que no tiene fecha de caducidad, y eso implica que continuará el suprapoder ilegítimo en ejercicio de funciones, finalizó diciendo.