Grupos del exilio venezolano, acompañados por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pedirán este sábado en un evento en EEUU a los Gobiernos de Colombia y Brasil instalar en las fronteras campamentos humanitarios para desplazados venezolanos.
El dirigente Pablo Medina, de la Coalición Internacional por Venezuela, Una Sola Voz (CIPV), expresó hoy a Efe que la idea es “formalizar” los campamentos que ya existen en ambas fronteras con Venezuela para mejorar el suministro y distribución de ayudas por parte de Gobiernos, grupos caritativos e instituciones internacionales.
La coalición y una veintena de grupos, entre ellos el Programa de Ayuda Humanitaria, se han unido a la iniciativa, con la recolección de ayuda y firmas para “exhortar” a ambos Gobiernos a socorrer de esta forma a los desplazados.
En un evento en Doral, una ciudad aledaña a Miami con gran cantidad de población venezolana, solicitarán de forma pública la ayuda a los Gobiernos de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Brasil, Michel Temer.
Medina explicó que en diciembre pasado ellos le habían presentado la iniciativa al secretario de Organización de Estados Americanos (OEA), que se comprometió a tratar el tema, lo cual hará mañana en Doral.
El activista se lamentó que hay venezolanos durmiendo en las calles y plazas públicas en la frontera con Colombia y que muchos de sus compatriotas se van indefensos por las selvas al territorio brasileño.
La idea es proveer de alimentos y medicinas a cientos de venezolanos que están saliendo de su país para aliviar su situación de vulnerabilidad.
De igual forma, busca que estos campamentos sirvan de acopio de ayudas y primeros auxilios por parte de organizaciones humanitarias.
Medina señaló, sin embargo, que esto es un “paliativo” a la crisis venezolana y que se debe luchar por la apertura de “un canal humanitario para la comida y medicinas para los que están dentro de Venezuela.
Venezuela registra escasez de alimentos y medicinas desde hace varios años, un problema que se ha acentuado en los últimos meses, cuando el país entró en una espiral hiperinflacionaria.