La Iglesia católica calificó este jueves de «horrible masacre» el operativo policial y militar en el que fue abatido el piloto Óscar Pérez, protagonista de sonadas acciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.
En un comunicado, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) «denuncia la horrible masacre evidenciada» en «ejecuciones extrajudiciales y muertes de civiles».
En la operación del pasado lunes murieron Pérez y seis de sus hombres, así como dos agentes de la policía.
«Existen evidencias que requieren ser investigadas y explicadas razonablemente a los familiares y a toda la comunidad venezolana», subrayó la CEV.
Entre ellas -añade- «la falta de resolución pacífica de conflicto frente a (…) la solicitud de entrega, ausencia de fiscales en el procedimiento y utilización de grupos civiles armados».
En videos difundidos en Instagram, el exagente aseguraba que tanto él como sus hombres estaban dispuestos a entregarse; sin embargo, el gobierno señala que el grupo «terrorista» abrió fuego contra las autoridades.
La CEV exigió «que los hechos (…) sean investigados» y conminó a «la Fiscalía General que vele por la entrega a los familiares de los cuerpos, evitando la cremación, sin autorización de estos, para determinar la causa de la muerte».
Pérez, de 36 años, fue declarado como «el criminal más buscado» de Venezuela tras comandar el pasado 27 de junio un ataque a edificios gubernamentales desde un helicóptero.
El pasado 18 de diciembre también comandó el asalto a un cuartel de la Guardia Nacional, logrando sustraer 26 fusiles rusos y municiones.
Los familiares demandan sin éxito la entrega de los cuerpos de Pérez y sus compañeros, tras ser trasladados a la principal morgue de Caracas desde el lunes.