La ausencia de respeto por los derechos de propiedad, y las políticas públicas erradas incrementarán la escasez en el país, aseguró en un comunicado institucional la Cámara de Caracas, alertando que la pobreza seguirá aumentando en Venezuela.
Recuerdan que la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Caracas durante 125 años, y con mayor énfasis en los últimos años ha insistido que para lograr el desarrollo económico competitivo y favorecer altos niveles de bienestar social es necesario respetar principios económicos fundamentales: libertad económica, derechos de propiedad, vigencia de las garantías ciudadanas y la práctica de la Ética en los negocios.
Destacan que las políticas públicas y en especial las aplicadas a la economía, han estado determinadas por el intervencionismo, centralismo y control del Estado, lo que ha ido en detrimento del sector privado, el emprendimiento, la inversión nacional y extranjera, y del ciudadano en general.
Advierten que las inadecuadas políticas públicas, están ocasionando un deterioro preocupante de la infraestructura física nacional y de los servicios básicos. Las fallas en los servicios de energía eléctrica y agua, así como los daños patrimoniales causados por estas, la ausencia de una política de seguridad ciudadana y de libre tránsito, el deterioro del transporte público, entre otros, cada vez impiden más el normal desenvolvimiento de la producción, distribución, comercialización y prestación de servicios de las empresas, y del emprendimiento.
Las políticas económicas de controles de cambio, de precio, de las tasas de interés; la regulación arbitraria de precios de los productos o servicios, impuestas mediante prácticas autoritarias; el descontrol de la liquidez monetaria, la indisciplina fiscal, la inamovilidad laboral, el sobreendeudamiento interno y externo del Estado y de las empresas gubernamentales, entre otros, unidos a la ausencia de autonomía de las instituciones del Estado, como es el caso del Banco Central de Venezuela, son causales de la caída sostenida en los últimos años del PIB, del cierre de empresas, la pérdida de empleos, la caída de la competitividad privada para proveer el mercado nacional y la imposibilidad de exportación de bienes y servicios para salir de la crisis.
Estas políticas han reducido notablemente el tamaño del parque industrial, han esquilmado un número importante de comercios y empresas de servicios, impide que vengan nuevas inversiones, y fomenta la fuga de talento, que tantas posibilidades resta al futuro del país.
Crisis económica sin precedentes
La ausencia de los mencionados principios fundamentales y las erradas políticas públicas, han sumergido al país en una crisis económica y social sin precedentes, que está produciendo un racimo de efectos perversos para los venezolanos que diariamente padecemos, y a veces analizamos por separado. No obstante, todos tienen su origen en un modelo económico político y social que no tiene viabilidad pero que en el intento de implantarlo provoca la destrucción del aparato productivo y de los servicios del país.
Este racimo de efectos va desde la inflación superior al 2.000% en el año 2017, la caída de la actividad económica en forma consecutiva durante los últimos años, la reducción o cambio de horarios laborales para reducir los riesgo de inseguridad personal, y también desinversión en tecnología e innovación, insuficiencia de capital de trabajo para operar, cierre de empresas, falta de billetes para operar normalmente, infraestructura física, sistema de salud y transporte público en crisis, saqueos e incremento de robos de inventario, salarios con poco poder adquisitivo, escasez de alimentos y medicinas.
Mención especial de las consecuencias que estamos sufriendo es la cantidad de venezolanos que cada día deciden abandonar al país por la falta de seguridad física, pérdida del empleo formal y de calidad, escasez de comida y/o medicamentos. Con ellos se van años de inversión en educación, formación y conocimiento, comprometiendo seriamente el futuro del país. El número de empresas con dificultades para operar por falta de talento capacitado cada día va en aumento.
La escasez de confianza
Es el criterio de la Cámara de Caracas que, de mantenerse la violación de los principios fundamentales y las erradas políticas públicas, lamentablemente continuará incrementándose la mayor de todas las escaseces: la escasez de confianza que acelerará: la caída de la actividad económica, la pérdida de empleos formales y de calidad, la pérdida de calidad de vida, el mayor deterioro en los servicios públicos y privados, la desinversión tecnológica que afectará los servicios asociados a esta, la fuga de talentos, los saqueos y robos, la inflación hasta niveles de cinco dígitos, la pérdida del poder adquisitivo de la población, el incremento de los niveles de pobreza, la mayor desnutrición infantil/ancianos, y los fallecimientos por escasez de comida y de medicinas.
La Cámara de Caracas rechaza que se sigan produciendo expropiaciones, intervenciones, regulaciones arbitrarias de fijación de precios mediante prácticas autoritarias que son medidas que no resuelven la grave crisis, por el contrario, la agravan y provoca angustia entre la población que teme la desaparición de los inventarios, principalmente de alimentos y medicinas, con una ausencia absoluta de razones para seguir produciendo.