Entre las políticas de ensayo y error del Gobierno de Nicolás Maduro, surgió en mayo del 2017 el Sistema de Divisas Tipo Cambiario Complementario (DICOM) para personas jurídicas y naturales de todos los sectores económicos. Hasta septiembre de 2017 se realizaron 15 subastas (una de ellas fallida) y se otorgaron 390 millones de dólares a través de operaciones en la banca pública.
En el sistema DICOM se registraron 572.513 usuarios, 35.959 son personas jurídicas y los 536.554 restantes son personas naturales.
Los jurídicos podían solicitar el equivalente al 30% de su ingreso bruto declarado ante el Seniat y los naturales tenían acceso a participar por hasta 500 dólares cada trimestre o un máximo de 2.000 dólares al año.
En el noveno mes del año, el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, anunció el cese del sistema de subastas en dólares, señaló que el país dejaría de trabajar en función de dicha moneda e incentivó a los empresarios, industriales y comerciantes a abrir cuentas en Asia, Europa y Oceanía.
El Aissami y Maduro propusieron comenzar a realizar transacciones en yuanes (China), rupias (India), yenes (Japón) y otras monedas internacionales y con ello contrarrestar las sanciones que el gobierno de Estados Unidos impuso contra PDVSA y funcionarios venezolanos por considerar el actual gobierno como autoritario. Pero una vez cesaron las subastas, los empresarios, industriales y comerciantes sufrieron importantes consecuencias.
Decisión desafortunada
Rita Betancourt, presidenta de la Cámara de Comercio del estado Lara, señaló que los comerciantes no tuvieron acceso a dólares preferenciales para reponer su inventario de diciembre y tuvieron que optar por comprar en un mercado ilegítimo, eso explica que la mayoría de las estanterías se exhibieron vacías o a precios por las nubes.
Según Alberto Gámez, presidente de Fedecámaras Lara, los empresarios deben 6 mil millones de bolívares a sus proveedores, quienes anteriormente despachaban la mercancía a crédito y a raíz de la deuda, cancelaron los negocios.
“La ropa, los juguetes y los ingredientes para la hallaca son importados, por eso este año los venezolanos tuvieron poco de eso” enfatizó Gámez.
La escasez de productos y bienes esenciales y no esenciales arreció este fin de año y continúa en lo que va de enero.
Para Álvaro Entralgo, asesor de la Cámara de Comercio y ex presidente de Fedecámaras, el sistema DICOM fue un mercado muy pequeño, se “beneficiaron” empresarios del sector agroalimentario y algo recibieron los de autopartes, transporte e industriales, que en esas áreas abarató algunos costos, pero no hubo pasos importantes.
La subasta número 15 que se hizo a finales de agosto no se liquidó, es decir, el Banco Central de Venezuela no otorgó las divisas a las personas naturales y jurídicas que clasificaron y los mismos tuvieron sus finanzas bloqueadas por un tiempo. El BCV se excusó en las sanciones de EEUU y por tanto no pudieron hacer las transferencias. Resultaron afectados 233 personas jurídicas y 16.955 personas naturales.
Entralgo apuntó que cuando el BCV devolvió los bolívares bloqueados a los adjudicados de la subasta, la inflación los había devaluado.
No hay confianza
Tras este malestar, Entralgo duda que los empresarios se atrevan a entregar su dinero de buenas a primeras ante el temor de que ocurra lo mismo, porque ¿de dónde van a sacar las divisas cuando hay problemas con el pago de la deuda?, se pregunta el conocedor.
Dice que el DICOM tendría que venir con una reestructuración para que los empresarios se puedan interesar y realmente represente un alivio en medio de la sequía de divisas.
Aunado a la reactivación del sistema de asignación de dólares, el asesor financiero propone una revisión a las empresas que fueron nacionalizadas y que hoy en día no son fructíferas, para que nuevamente se privaticen y recuperar la producción nacional.
Tal es el caso de lo que era Almacenes Éxito, que tras la declaración de “utilidad pública” por la entonces Asamblea Nacional, pasó a convertirse en el Abasto Bicentenario y hoy en día “es una empresa acabada”.
-Poco a poco hay que volver al 85% de la producción interna, recuperar las empresas privadas, recuperar los recursos y que el Gobierno cobre sus impuestos, no más.
No tranquiliza a industriales
Para Giorgio Reni, presidente de la Cámara de Industriales del estado Lara, la reactivación del sistema de asignación de divisas no tranquiliza a los industriales pues se trata de otro espejismo del Gobierno nacional, a fin de crear falsas esperanzas, “ni este sistema, ni todos los anteriores han funcionado” asienta.
Como se recordará, desde el 2013 el Gobierno ha implementado varios esquemas complementarios: Sicad I, Sicad II, Simadi, Dicom y Dólar Frontera (casas de cambio). Ninguno pudo controlar el dólar paralelo.
A su juicio, la solución para surfear la crisis que atraviesa el país es darle un vuelco de 180 grados a todas las políticas económicas del país.
-Si este es un Gobierno valiente y de verdad quiere a los venezolanos, sería simple admitir que se han equivocado y rectificar las políticas económicas, de la mano de todos los empresarios, industriales, comerciantes y ciudadanos comunes, pero que nos sentemos todos, no solo los simpatizantes del Gobierno.
Reni avizora el fracaso de la criptomoneda (moneda virtual) como nuevo intento por empujar la economía, pues nuevamente se dejó a un lado a los sectores del país que no corresponden a las políticas del presidente Maduro.
Aclara que dolarizar al país no sería una solución mágica, ni la única que puede o debe haber, sino que se trata de conjugar varias acciones en secuencia: aumento de sueldo, disminución de tasas de interés, liberación del control del cambio, liberación del precios, subsidios directos, revisión de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT), entre otras.
El presidente de la Cámara de Industriales considera que el país está sumergido en una hiperinflación, fácil de percibir hasta en el precio de un café en una panadería, que varía a diario.
Resaltó que las industrias que en 2018 abrieron sus puertas son unos héroes, pues no es tarea fácil invertir, conseguir materia prima, entrenar personal, pagar personal y hacer inversiones a largo plazo.