El Obispo de Margarita, monseñor Fernando Castro, junto al cardenal Baltasar Porras y el monseñor Ulises Gutiérrez, leyó la exhortación final de la CIX Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que concluyó este viernes.
Realidad de Tragedia y Sufrimiento
Bajo el subtítulo Realidad de Tragedia y Sufrimiento, el documento de los obispos afirma que las políticas del gobierno han llevado a los ciudadanos a una gran dependencia de los organismos del Estado. «Esto ha generado una contracción de la libre iniciativa, del emprendimiento, de la capacidad de las personas y las empresas para crear empleo y del estímulo para una mejor formación profesional. Las medidas que el gobierno implementa para dar alimento al pueblo son insuficientes y tienden a crear mendicidad y mayor dependencia. Por otra parte, las políticas sociales y económicas están infectadas del morbo de la corrupción. Además, el férreo y prolongado control de divisas es un freno injusto al desarrollo de la empresa privada. Estas políticas han dado como resultado el aumento de la pobreza, desempleo, carencia de bienes básicos, descontento y desesperanza general», indica el comunicado.
Asimismo, hace mención al dolor que le produce a la Iglesia el éxodo de millones de venezolanos y destaca que la Asamblea Nacional Constituyente es inconstitucional e ilegítima en su desempeño. Además, la CEV sostiene que el Consejo Nacional Electoral tiene que ser reestructurado para que cumpla con la imparcialidad que le pide la Constitución vigente.
Caminos para la Recuperación
A continuación, la referida exhortación presenta Caminos para la Recuperación, en la que resalta que en los actuales momentos se requiere de una gran dosis de esperanza junto a acciones concretas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida, a dignificar a las personas y a fortalecer a las familias y comunidades. De esta forma, indica que la emergencia económica y social hace indispensable que el gobierno permita un canal humanitario y resalta que Venezuela necesita un cambio de rumbo.
“El Ejecutivo ha fracasado en su tarea de garantizar el bienestar de la población: ni los servicios públicos, ni la industria petrolera, ni los cuerpos de seguridad, ni la sanidad pública, ni otros organismos han sabido responder a las necesidades de la gente. Las elecciones son el medio democrático para lograr ese cambio de rumbo. Exigimos la publicación de un cronograma electoral”, expresan.
Libertad: derecho inalienable
Concluye también la CEV que la libertad es un derecho inalienable, no negociable y una exigencia de la democracia. “Manifestamos nuestra solidaridad con los centenares de presos políticos, exiliados y detenidos por cualquier causa, muchos en situaciones infrahumanas, enfermos, privados de visitas familiares, a los cuales se les niega el derecho a un debido proceso. Deben gozar de libertad plena. Los organismos del Estado tienen que investigar las denuncias sobre las torturas y castigar a los responsables según las leyes”, aseveran.
Diálogo con respeto
Por último, la Iglesia Católica venezolana sostiene que el diálogo y la negociación entre el Gobierno y los representantes de la oposición, en principio, son inobjetables y necesarios. “Sin embargo, deben darse en condiciones distintas de las que hasta ahora se han establecido. Es indispensable un reconocimiento y respeto institucional. Toda negociación ha de fundamentarse en la integridad de los negociadores, en objetivos claros y en una agenda preestablecida y conocida, para que pueda gozar de la credibilidad de la población”, culminan.