A través de las redes sociales circuló una información en la que aseguraban que el arzobispo de Barquisimeto, monseñor Antonio López Castillo, había sufrido un leve infarto cerebral, pero el padre Jesús Ramírez, encargado de Medios de la Arquidiócesis, manifestó en horas de la noche que sólo presentó una hiperglucemia (subida de azúcar) producto de la diabetes que padece, sin embargo, fue atendido de forma inmediata, lo hospitalizaron porque estaba descompensado, y lo hidrataron. “Está en recuperación”, dijo.
Sobre si estará o no en la misa de despedida de la Virgen del pueblo de Santa Rosa, aseguró que de recuperarse estaría presente, de lo contrario se invitaría a algún obispo o arzobispo de otra diócesis para que presida la eucaristía. “No es infarto, ni nada grave”, resaltó a EL IMPULSO.
Es de recordar que López Castillo, a quien le correspondería celebrar la misa de despedida en Santa Rosa, ha hecho pública su postura contra el Gobierno nacional.
El año pasado en la homilía, manifestó que en Venezuela “el pueblo tiene hambre”.
Estas declaraciones ocasionaron incluso protestas por parte de ciudadanos que reclamaron que López Castillo “politizó” la celebración de la eucaristía.
Explicó Ramírez que cualquier cambio de último minuto pudiera darse en el caso que el mismo Monseñor Antonio López Castillo (quien actualmente está en Caracas en la reunión anual de la Conferencia Episcopal Venezolana) invitara a alguno de sus compañeros al evento del 14 de enero, “pero esa sería su decisión”.
Aseguró que este tipo de excepciones ya han ocurrido y no sería por tema político sino por cordialidad con el invitado.
Hizo énfasis en que las reuniones que se han dado con las autoridades gubernamentales, han sido “cordiales, maduras y sinceras”.
Asimismo, la homilía dirigida a los feligreses que acompañarán a la Divina Pastora el próximo domingo ya está hecha, “cualquier cosa que se diga en el momento es porque el Espíritu Santo aletea” apuntó.
Las lecturas propias de la misa también están establecidas, se leerán las de María, “causa de nuestra alegría”. Sin embargo resaltó que la Iglesia tiene una misión que es anunciar y denunciar, “el asunto es que no se puede creer que denunciar es politizar, lo que Monseñor dijo el año pasado es una realidad”.
