El papa Francisco manifestó su preocupación por la crisis de Venezuela y abogó por elecciones en ese país en su tradicional saludo este lunes al cuerpo diplomático.
En su largo discurso ante los 183 embajadores y representantes acreditados ante la Santa Sede, el papa argentino analizó los varios focos de conflicto que amenazan al mundo y se refirió de particular a la situación de Venezuela.
«Pienso en el querido Venezuela, que atraviesa una crisis política y humanitaria cada vez más dramática y sin precedentes», señaló.
«La Santa Sede, mientras que exhorta a responder sin demora a las necesidades primarias de la población, desea que se creen las condiciones para que las elecciones previstas durante el año en curso logren dar inicio a la solución de los conflictos existentes, y se pueda mirar al futuro con renovada serenidad», subrayó.
En su discurso, pronunciado en la imponente Sala Regia del Vaticano, el pontífice pidió el respeto de los «derechos humanos» en el mundo y condenó como «aberrante» la lógica de la guerra.
«Un hecho cualquiera imprevisible puede de improviso e inesperadamente provocar un incendio bélico», advirtió.
Francisco reiteró la posición de la Santa Sede de que toda diferencia debe «resolverse no con las armas, sino por medio de negociaciones», dijo.
«En la era atómica, la guerra no puede ser utilizada como instrumento de justicia», aseguró al analizar la situación mundial.
Francisco, que emprende este mes un viaje a Chile y Perú, recordó su histórica visita en septiembre pasado a Colombia.
«Deseé bendecir los esfuerzos y la valentía de ese amado pueblo, marcado por un vivo anhelo de paz tras más de medio siglo de conflicto interno», recalcó.
El papa lanzó también un sentido pedido por los refugiados e instó a la comunidad internacional para que trabaje para que puedan regresar a sus países.
El jefe de la iglesia católica pidió a los europeos que cultiven la cultura de la acogida, que traten de descubrir su bagaje cultural y animó a los países a «luchar contra la pobreza, tanto material como espiritual, y a edificar la paz y construir puentes».