Una historia trágica y novelesca sacudió al estado Anzoátegui y al resto del país. Una joven mandó a matar a su padre porque éste no estaba de acuerdo con su relación sentimental con otra mujer.
Fatimas Hojeij Cheaito, de 27 años, y Yesbelys Belem Musset Castillo, de 33, eran pareja desde hacía varios meses. El padre de Fatimas nunca estuvo de acuerdo con la unión, por lo que ambas decidieron acabar con su vida.
Las dos mujeres fueron detenidas por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Anzoátegui, por su presunta autoría intelectual en el sicariato de Hussein Ali Hojeij (65), ocurrido el 30 de noviembre de 2017, en la Avenida Fuerzas Armadas de Barcelona. La detención se llevó a cabo el pasado 4 de enero.
Se conoció que Hussein “no estaba de acuerdo con la relación” que mantenía su hija con Musset, y que “ maltrataba a la progenitora de Fatimas”, según escribió el director nacional del Cicpc, Douglas Rico, vía Instagram.
Fatimas y Yesbelys ofrecieron una alta suma de dinero —por transferencia bancaria— y una moto Bera azul, placas AK2W02A, a un hombre, de apellidos Antón Almérida (53), quien les ubicó a dos sicarios para ejecutar el crimen.
Los autores materiales del homicidio, identificados como E. Salgado, de 26 años, y E. Ávila, de la misma edad, ambos son buscados por la policía científica en el territorio nacional.
Tras la captura de las dos mujeres, los funcionarios lograron recuperar la moto que fue ofrecida como pago, además de otros dos vehículos.
“En la casa del padre de Salgado se recuperó la moto”, aseguró un informante policial. La incautación se realizó en el barrio Caigüire de Cumaná, estado Sucre, a varios kilómetros del lugar del crimen.
Días más tarde, los funcionarios lograron recuperar otros dos vehículos, ambos Hyundai Elantra: uno de color gris, placas AD941SG, y el otro color blanco, placas AA811TG.
La información oficial indica que los dos carros “fueron utilizados para trasladar a los autores (materiales) a cometer el asesinato y luego huir sitio del hecho”. Presuntamente, ambas mujeres se trasladaron hasta Sucre para buscar a los homicidas y, cometido el crimen, los ayudaron a volver a su estado.
Fatimas y su pareja fueron aprehendidas y puestas a la orden del Ministerio Público, para tomar las medidas correspondientes.
Otros parricidios ocurrieron en Venezuela durante el 2017. Tal fue el caso en el que murió Belkis Coromoto Padilla Meléndez (43) y uno de sus hijos. Anthony Padilla (23), hijo mayor de Belkis, fue señalado como el homicida. Su pareja, una joven de 17 años, fue cómplice. Sucedió en julio, en Caucagüita, estado Miranda.
Ese mismo mes, en el Zulia, un hombre de 36 años asesinó a puñaladas a su padre. Jesús Morillo discutió con su padre, Gerardo Morillo (68) y, presuntamente bajo efectos de sustancias ilícitas, sacó un cuchillo y lo mató. Su madre resultó herida: Jesús le cortó dos dedos de la mano izquierda.
Morillo había reportado el hecho como un intento de robo en su vivienda, pero fue capturado por la policía en el lugar del crimen.