La directiva de la Federación Venezolana de Tenis, encabezada por Luis Contreras fue enfática al anunciar que no tienen recursos económicos, ni apoyo gubernamental para participar en los eventos de selección del 2018 incluidos la Copa Davis (masculino) y Fed Cup (femenino).
La dirigencia ha hecho el pedido al Ministerio de Deportes, pero según ellos no han recibido respuesta hasta la fecha, esta situación no la habían vivido en años anteriores y perjudica la preparación profesional de los atletas élites de selección que necesitan confirmar para organizar su calendario competitivo.
“Estamos aun esperando la ayuda económica por parte de dichos organismos para poder enviar los equipos a participar en la Fed Cup que se disputará en el Club Internacional de Tenis en la ciudad de la Asunción, en Paraguay durante la semana del 7 al 10 de febrero y la eliminatoria de Copa Davis en la sede de la Federación Nacional de Tenis de Guatemala, en la ciudad de Guatemala el 3 y 4 de febrero”, dijo Contreras al equipo de prensa de fevetenis.
Según el dirigente además de los pagos logísticos de los vuelos, hospedaje, equipamiento y viáticos, está la cuota de afiliación que se le debe a la Federación Internacional de Tenis que es un aproximado de 35.000 dólares y deben ser cancelados antes de asistir a los eventos.
Duro castigo
Si los equipos venezolanos no asisten a los eventos internacionales pautados, tendrán duros castigos que van desde perder las categorías, hasta suspensiones.
“Si Venezuela no va a estos eventos de este año, seríamos relegados al grupo tres en Copa Davis y al grupo dos en Fed Cup, eso sería un gran retroceso para el tenis nacional, ya que tenemos una buena camada de jugadores que emergen y necesitan estos espacios para ganar nivel”, dijo el presidente de Fevetenis.
La campaña pasada el equipo criollo masculino llegó a la final de la Zona II Americana, pero no pudo ascender al caer ante Barbados 3-2. El femenino se mantuvo en la primera categoría continental sin incidencias.
Venezuela ya presenta una suspensión de no poder realizar eventos en la región por la situación económica y de violencia que se vive.
