Los diputados Julio César Reyes y Alfonso Marquina, recién designados primer vicepresidente y segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional (AN) aseguraron que trabajarán para hacer respetar al Parlamento.
Reyes afirmó que la nueva junta directiva luchará para que se encauce lo constitucional. «Este año, esta directiva se instalará para trabajar por todo el país a pesar de las dificultades que tienen los miembros del Poder Legislativo», precisó.
Por su parte, Marquina señaló que la Asamblea Nacional acompañará al pueblo venezolano en todo momento. «Seremos la voz de esos venezolanos que pierden a sus familiares por la inseguridad, de esos venezolanos que todos los días pierden hasta ocho horas en la búsqueda de sus alimentos, de esos venezolanos adultos mayores que fallecen por falta de medicamentos», enfatizó.
Agregó que la AN está comprometida a seguir trabajando. «La voz de Venezuela seguirá sonando en todo el mundo», refirió.
Rechazan a la nueva junta directiva
Entretanto, el diputado Richard Blanco, miembro de la fracción parlamentaria 16 de julio, expresó su rechazo a la nueva junta directiva de la AN.
Blanco sostuvo que la nueva junta directiva fue impuesta por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en contra de los intereses del pueblo.
«No votamos por esta directiva, porque con ella no se avanzará en lo que se quiere que es la salida del régimen. En esta Asamblea Nacional hay dos agendas que compiten: la agenda que busca cohabitar con la Constituyente y la agenda comprometida con el mandato del 16 de julio», remarcó.
A su vez, el también integrante de la fracción 16 de Julio, diputado Biagio Pilieri, explicó que salvaron su voto por considerar que la propuesta de la MUD está de espaldas a la realidad de la población. «Decidimos salvar nuestro voto frente a la propuesta ya juramentada de la MUD porque consideramos que con esa directiva no se avanzará en lo que quiere la gente, salir del gobierno, estamos convencidos que no se logrará presionar al Ejecutivo para que acabe con la escasez y de una vez por todas abastecer de alimentos, medicinas, mejorar los servicios públicos tan básicos como gas doméstico, agua, electricidad, entre otros», apuntó.
Pilieri añadió que «con dicha directiva corremos el riesgo de permitir que la cohabitacion y la convivencia con la ilegal e ilegítima Asamblea Nacional Constituyente se agudice a favor del oficialismo».