Rafael…
Físicamente, ya no nos acompañas desde hace dos años…
Pero nunca como hoy podía ser más oportuno el momento para rememorar tu demanda desde la Presidencia de Fedecámaras durante un Acto Empresarial en el Círculo Militar en Caracas…
Entonces, exigías ¡Déjennos Trabajar¡.
No te escucharon, entonces. Por el contrario, las autoridades de aquel momento, les dieron la espalda a los empresarios. Lo mismo que sucede en estos tiempos. Y ahora, cuando ni la tierra ni las industrias pueden producir lo que se necesita, porque jamás habrá un Estado-empresario que sea capaz de hacer lo que sí saben y pueden los ciudadanos de alma y pensamiento libres, se acude a lo más fácil: acusar a otros, incluyendo a los empresarios venezolanos, del desabastecimiento.
Lo cierto, hermano, si aquí se continúa con la prédica y práctica rutinaria de que los empresarios estorban y que el petróleo tiene que seguir financiando derroches, malversaciones, corrupción y la adicción al poder, la rabia colectiva y la hiperinflación que hoy avivan el hambre en los más diversos rincones del país, finalmente, obligarán a entender que aquí se trabaja y se deja trabajar, o no habrá amenazas que se puedan administrar. Es que con hambre, no hay paz que reine.
Que descanses en paz, recordado y querido amigo …..