Esperanza Activa se va llenando de ilusión, pero también, de proyectos con el propósito de ayudar al prójimo y regar la semilla… Inculcar el valor de la fraternidad, unión y solidaridad en la Unidad Educativa Colegio Fe y Alegría San Francisco anexo Las Tinajitas, es la intención del coordinador de este proyecto, Miguel Riera, la profesora Adriana Durán y todo el voluntariado de la olla solidaria.
Cada inicio de año escolar, se realiza un estudio antropométrico, alimenticio y de índice de desnutrición, para registrar a los niños que presentan bajos niveles nutricionales y así darles la ayuda y asesoría pertinente. Este programa está destinado a ayudar a niños entre 4 y 12 años necesitados y totalmente vulnerables por su dinámica familiar, donde cada domingo, dependiendo del calendario escolar, son beneficiadas 220 personas con un alimento fácil, práctico y balanceado.
Los colaboradores de “La Flor de la Olla” se encargan de la logística y se esmeran en conseguir la donación de alimentos necesarios para la sopa, además de estar físicamente los domingos, compartiendo con las familias. La jornada es tan bonita, que hay familias que se involucran en la realización de la sopa, unos lavan los utensilios y otros, se encargan del aseo de los vegetales.“El sólo hecho de acompañar a la gente y hacer sentir que no está solo en esta adversidad, es un buen legado”.
Al visitar el sector de Las Tinajitas, colocas tus problemas de lado, porque ves que hay mucha necesidad, hay familias enteras en una situación difícil y allí, es cuando te dan un golpe de realidad que te permite ser agradecido con lo que has cosechado. Esperanza Activa vela por involucrar a los niños en proyectos positivos, incentivando a la educación infantil y la transformación, donde los más pequeños les enseñen los principios básicos a sus padres.
Una idea que arrancó en 0, hoy está establecida y cada vez con más personas queriendo aportar su granito de arena, inclusive, han recibido grandes donaciones de empresas internacionales.
¡Tu ayuda vale!
Hay que entender que la sensibilización de la gente, los recursos y el talento, pueden ser útiles para un tercero. Como expectativas, quieren que se involucre más gente, para así, multiplicar las buenas prácticas que se hacen en esta escuela. ¡Seamos portadores de bondad!
“Los niños son una esponja, el futuro de nuestra sociedad”.