Es bien sabido que el alimento ideal para los bebés es la leche de su madre, pero por circunstancias, especialmente médicas, algunas no pueden satisfacer tal demanda por lo que tienen que recurrir a las fórmulas lácteas.
La preparación de esta leche cumple con todos los estándares necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales del bebé y existe una gran variedad que se adapta a cada niño, por edad o por condición: hipoalergénicas (HA), sin lactosa, soya y la fórmulas extensamente hidrolizadas.
Aunque desde hace dos años, estas fórmulas -que en su totalidad son fabricadas en el exterior e importadas para atender el mercado venezolano- son difíciles de conseguir, en los últimos tres meses del año esta dificultad se ha acentuado a tal nivel que las madres ya han caído en la desesperación, así lo indicó Grethna Elhalabi, líder del Movimiento Madres y Padres por los niños en Venezuela (Mapani).
En junio de este año, la casa comercial Nestlé difundió un comunicado en el que indicaba que este inconveniente en la producción, importación y distribución de las fórmulas lácteas se debe a la obtención de divisas y aunque continuamente hace gestiones para obtenerlas, este proceso no ha sido regular.
Ante el desespero de no poder adquirir el alimento, las madres optan por darle a sus hijos leche de cabra, leche de vaca, agua de pasta, agua de galleta de soda, maicena, avena, cebada, leche de almendras, de coco, crema de arroz y un sinfín de preparaciones caseras que no cumplen con los necesidades vitamínicas para el completo desarrollo del bebé.
Elhalabi explica que estas preparaciones pudieran “calmar el hambre” del bebé pero cada niño es único y necesita la atención del pediatra y nutricionista para poder planificar su alimentación.
“La leche de cabra y de vaca puede que le guste al bebé pero también le puede dañar sus riñones, no es apta para el organismo de todos los niños, en nuestro grupo una bebé falleció por tomar leche de cabra y de ahí desarrolló daños renales, nosotras como madres tenemos que pensar muy bien lo que hacemos” reflexionó Elhalabi.
Venden al mejor postor
Debido a la desaparición de las fórmulas lácteas de los anaqueles de las farmacias, entraron en juego los revendedores conocidos como bachaqueros, que consideran este producto cual “oro en polvo”.
A principios del 2017, las fórmulas se podían conseguir en el mercado de los bachaqueros en 7 mil bolívares, mientras que a estas alturas del año, cuando el precio real del producto es de 144 mil bolívares, estos personajes solicitan entre 400 y 600 mil bolívares por un pote de 400 gramos, que al bebé no le dura más de una semana.
Otras personas que gozan la fortuna de tener reserva de fórmulas, optan por cambiarla por pañales, pero al mejor postor, algunas personas solicitan hasta 90 pañales.
La única cadena de farmacia que ha tenido despacho de fórmulas lácteas adaptadas ha sido Farmatodo, pero según el testimonio de varias mamás, llegan con muy poca frecuencia, cuando mucho una vez al mes y muy poca cantidad.
Elhalabi explica que suelen ser muy permisivos con la venta del producto, en algunos casos solicitan la partida de nacimiento, pero en otros la venden a quien quiera “eso depende del gerente, entonces la compran desde abuelitos hasta personas que ven la oportunidad para revenderla y eso es injusto”.
Entre octubre, noviembre y diciembre, hubo un repunte de estafas electrónicas a través de páginas de instagram y facebook que ofrecen las “fórmulas importadas”, y que luego de ponerse en contacto con el cliente y asegurarse del pago, lo bloquean y nunca le entregan el producto.
Drama en los hospitales
Las escenas de desespero de las mamás por no conseguir alimento para sus hijos son desgarradoras, especialmente en los centros de salud.
A los familiares con bebés en estado de desnutrición o recluidos por alguna condición médica y cuya madre no puede amamantarlos, les piden conseguir las fórmulas lácteas, y a partir de allí comienza toda una travesía.
Una joven madre, que pidió omitir su nombre, tiene a su bebé hospitalizada con hipoglicemia y comentó:
-No te imaginas lo que he visto estos días, las madres desesperadas salen a buscar la leche para sus hijos, algunas han pagado hasta medio millón de bolívares por un pote y otras mueven cielo y tierra pero no lo consiguen, aquí los niños se están muriendo.
La pediatra Katiuska Palacios, explica que eran las mismas casas comerciales quienes hacían entrega de cierta cantidad de productos a los centros de salud para solventar las emergencias o entregárselas a los niños de más escasos recursos.
-Las fórmulas eran bastante económicas y habían de muchas variedades, lo que hacía la Nestlé anteriormente era entregar algunas a los hospitales o a los médicos y ellos la distribuían a quienes la requerían, a modo de “prueba”.
Los centros de salud también tenían su reserva gracias a las donaciones, pero éstas mermaron por la escasez del producto.
Palacios insiste en la importancia de la lactancia materna pues los beneficios que trae para el desarrollo del bebé son incuantificables y que las fórmulas especializadas jamás superarán, además de estimular el lazo efectivo entre madre e hijo.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura (SVPP), María Auxiliadora Cardozo, invita a la mamás a empoderarse de la lactancia para que ninguna opinión contraria la haga desistir.
La doctora aclara que no se debe satanizar a la madre que no pudo o decidió no amamantar y prefiere la fórmula láctea, pero que hay que educar a la que va a empezar a dar pecho para que no desista.