La tormenta tropical Tembin causó más de 200 muertos en el sur de Filipinas, donde decenas de miles de personas se vieron obligadas a huir, anunciaron este domingo la policía y los servicios de emergencia.
Según un comunicado de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, 70.000 personas fueron desplazadas o se vieron afectadas por la tormenta.
«La gente lo dejó todo en su huida», explicó en un comunicado Patrick Elliott, responsable de operaciones y de programas de la federación en Filipinas.
Un nuevo balance oficial daba cuenta el domingo de 208 muertos desde el viernes, contra los 182 del sábado. Además, 164 personas seguían desaparecidas y más de 40.000 se encontraban en centros de evacuación.
Tembin, que golpeó el archipiélago el viernes, se alejaba a través del mar de China Meridional. Una veintena de tifones y tormentas golpean cada año Filipinas, pero Mindanao, la gran isla del sur, de unos 20 millones de habitantes, generalmente se salva.
La policía local anunció que 135 personas habían perdido la vida en la parte norte de Mindanao, donde 72 habitantes seguían desaparecidos. En la península de Zamboanga (oeste), 47 fallecieron y había 72 desaparecidos.
En la ciudad de Kabasalan en Zamboanga, decenas de familias se refugiaron en casas de vecinos la víspera de Navidad. Las inundaciones destruyeron 40 viviendas, tres personas murieron, indicó el jefe local de defensa civil, Junalyn Maravillo.
Además, 26 personas perecieron y 20 están desaparecidas en la provincia central de Lanao del Sur, donde se encuentra la localidad montañosa de Dalama, que casi desapareció del mapa.
Devorado por un cocodrilo
En las imágenes grabadas por la cadena filipina ABS-CBN se veían casas totalmente destrozadas, otras sumergidas bajo el agua. En uno de los vídeos, se podía ver cómo los rescatistas extraían el cuerpo sin vida de una niña sepultada en el fango.
Policías, soldados y voluntarios buscaban entre los escombros, a veces simplemente con las manos, para intentar encontrar supervivientes.
Más de cien casas del pueblo agrícola de Dalama, de 2.000 personas, fueron arrasadas por las inundaciones. Antes de alejarse por el mar de China Meridional, la tormenta también devastó la turística isla de Palawan.
«No lamentamos ninguna víctima hasta la fecha, pero hay personas desaparecidas», declaró el domingo a DZMM radio Zaldy Ablana, jefe de protección civil de Palawan.
En esta isla sin embargo, un hombre de 53 años, Abdulsalam Binang Amerhasan, murió devorado por un cocodrilo mientras, bajo una fuerte lluvia, amarraba sólidamente su embarcación amenazada por una crecida del río ante la llegada del Tembin, informó el sábado la policía.
Como no regresaba a casa, su esposa alertó a los vecinos que salieron en su búsqueda a mitad de la noche. «Lo buscaron a lo largo del río hasta que descubrieron el cuerpo de la víctima que el cocodrilo estaba devorando», precisó la policía.
Al final del Angelus en el Vaticano, el papa Francisco dijo que oraba por Filipinas, un país en donde el 80% de la población es católica.
«Rezo por la isla de Mindanao, por los filipinos, asolados por una tormenta que causó numerosas víctimas», dijo el Papa.
La tormenta Tembin llega menos de una semana después del paso de la tormenta tropical Kai-Tak, que devastó el centro del país, dejando 54 muertos y 24 desaparecidos.
Un centenar de personas fallecieron en julio de 2014 al paso del tifón Rammasun (‘Dios del trueno’, en tailandés), pese a la evacuación de casi 400.000 personas y la paralización de Manila.
Haiyan, uno de los tifones más violentos, golpeó las islas del centro de Filipinas en noviembre de 2013, con vientos de más de 315 km/h. Olas gigantes, como las de un tsunami, devastaron todo a su paso. La catástrofe dejó más de 7.350 muertos o desparecidos.