Políticas de importación y de negocios oscuros llevó a Petróleos de Venezuela a su estancamiento. El secretario de la Federación de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Iván Freites, aseguró este viernes que el 80% de las refinerías que tiene Venezuela están paralizadas, y solo las de Cardón y Amuay están produciendo 110 mil barriles y 280 mil respectivamente, cuyo resultado es el desecho petrolero vendido a refinerías estadounidenses en muy bajo precio porque en el país no se puede procesar.
Detalló que “no estamos produciendo ningún combustible. Apenas, si acaso, 50 mil barriles diarios en Amuay y de 65 octanos. No es ni de 87 octanos, y no solo se le hace daño al vehículo sino al medio ambiente. 200 mil barriles de gasolina es el consumo nacional y las refinerías están prácticamente paralizadas en su totalidad. Petróleos está empeñando su producción”.
Así como de oscura se encuentra la gasolina, están los negocios de quienes administran la estatal petrolera, según el dirigente, porque no informan a quién se le compra para medio cubrir la demanda, ni en qué condiciones, así como también se desconoce cómo adquieren los lubricantes, que en Venezuela pueden llegar a costar hasta un millón de bolívares.
Freites destacó que el negocio de los bolsillos causó que se le haya entregado la refinería de Cienfuegos a los cubanos por supuesta deuda; que no existan contratos colectivos acordes con la realidad del país; que los hospitales no tengan insumos y que “la gente se muera de hambre. Esto es culpa de los que manejaron Pdvsa a su antojo”.
Por último indicó que un trabajador petrolero debería ganar 200 millones de bolívares mensuales, pero ni siquiera llega a los 4 dólares.