Desinformación, esta palabra define la situación en la que se encuentran los familiares de los privados de libertad de la Comunidad Penitenciaria Fénix, quienes no saben nada de sus seres queridos, luego de culminar la situación de secuestro, en la que mantuvieron como rehén a Carla Zaras, directora del recinto y a cinco funcionarios (tres masculinos y dos mujeres).
Traslado era la principal petición de los reos alzados, todos pertenecientes al área de Reflexión, también llamada Torre de Aislamiento. Los internos una vez que tomaron el control y comenzaron a negociar con la gente del Ministerio de Asuntos Penitenciarios, habían pasado una lista de 250 internos que debían ser trasladados hacia los penales de Tocorón, estado Aragua y Tocuyito, estado Carabobo, ambos sin régimen, pues ellos están en “contra del sistema”.
Las condiciones y peticiones fueron aceptadas, los reos la tarde del miércoles entregaron a los rehenes y ellos salieron. Funcionarios del Grupo de Respuesta Inmediata de Seguridad y Custodia (GRIC) ingresaron al penal, evaluaron toda la infraestructura, ya que existía daño en algunas áreas. Incluso, el día de ayer se observaron torres quemadas y techos levantados; trascendió que comenzaron con el trabajo de reubicación de internos, debido a que muchos de los reos en el momento del motín, no salieron, lo que hicieron fue resguardarse en sus áreas, comentó una fuente interna del penal.
Hasta ahora todos desconocen cómo fue la negociación, pero están seguros los familiares, que los presos “pesados” no serían tocados, ni castigados.
Sobre los traslados fue un funcionario de la Guardia Nacional quien lo anunció y después de mediodía del miércoles fueron llegando autobuses Encava para un total de nueve unidades.
Relatan los familiares que pernoctaron en las afueras de Fénix que a las 9 de la noche salió una mujer que se identificó como: Eliana Reyes, viceministra de Familia del Ministerio del Poder Popular para Servicio Penitenciario. Les informó que en el penal ya no había nada, que podían irse a sus casas y que la visita sería reanudada, pero no dio una fecha en específica. Aseguró que los únicos traslados serían el de 14 personas que eran voluntarios y las mujeres por ahora permanecerían en el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana.
Las mujeres afirman que Reyes las habría engañado porque una vez se dio la vuelta y se metió al penal, salieron dos autobuses cargados con 54 reos: su destino el Aeropuerto Jacinto Lara de Barquisimeto, el rumbo de estos privados de libertad, el estado Bolívar.
Entre las cárceles se encuentra Vista Hermosa, la cual es un penal abierto, dominada por un pran al que conocen como El Boliqueso, y algún lote iría para el Centro Penitenciario de Oriente, conocida como El Dorado, la cual se encuentra hacia el sur del estado Bolívar y a la que muchos llaman Alcatraz porque está rodeada de agua.
Desde allí no salieron más unidades, fue en horas de la mañana cuando las mujeres fueron bajadas nuevamente a Fénix y cargaron cinco autobuses y se las llevaron. Decían entre rumores que su destino era el estado Carabobo y Aragua, pero no lo confirmaron, otro lote de mujeres permanecía bajo el cuidado de custodios y castrenses en el área de Prevención del penal. Allí les ordenaban estar agachadas y se observaban que cargaban consigo alguna de sus pertenencias, envueltas en las mismas sábanas, franelas y bolsas.
Madres, esposas y hermanas comenzaron a acercarse; fueron atendidas por un guardia nacional en la puerta, quien suministró y se encargó de leer en voz alta la lista de los trasladados hacia Ciudad Bolívar.
Aparentemente, no sacaron más traslados de hombres hacia ningún otro recinto carcelario, por lo que los allí presentes, aseguraron que “una vez más fueron engañados por el Gobierno. Ellos siempre le dan la palabra y siempre se la incumplen”, indicó una joven que tiene a su esposo en el penal.
Ambiente tranquilo
A pesar de la estadía de los familiares en el penal, todo se observaba tranquilo, custodios se veían llegando con maletas, pues algunos retornaban de permisos. El movimiento militar era el habitual y las patrullas del Cicpc que estuvieron parqueadas en el penal durante tres días de conflicto fueron retiradas.
Los presos gritaban a sus familiares desde las celdas que estaban bien y pedían agua y comida, llevan cuatro días sin probar bocado.
Aún se observaba un poco de humo blanco que salía del interior del penal, según explicó un especialista del Cuerpo de Bomberos se podría tratar de: “material combustible ordinario en fase de combustión completa como madera, tela, papel, que ya había sido consumido por completo por las llamas”.
Por ahora los familiares siguen a la expectativa de si pueda existir otros traslados y saber si reactivarán las visitas en estas navidades.
