Eran las 9 de la noche del domingo cuando cinco niños estaban en la Intercomunal Barquisimeto – Cabudare; momento en el cual desde un Chevrolet Corsa rojo realizaron un disparo que acabó con la vida de un niño de 10 años de edad.
La señora Maida Carrasco sostiene una camisa en sus brazos, mientras está en las afueras de la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, tiene los ojos hinchados y de inmediato indica que se trata de la abuela del niño fallecido.
Ella comenta que su hijo se fue hace dos meses para Colombia, en vista de la situación económica allí trabaja por sus cuatro hijos, a quienes dejó a su cuidado.
Los pequeños residían en El Ujano, pero ya tenían todo este tiempo viviendo en la calle 1 con vereda 2 de la urbanización Divina Pastora de Cabudare, municipio Palavecino. La señora dice que por dicha comunidad no pasa la basura, el camión solo lo hace por la vía principal, por lo que mandó al muchachito a sacar la basura y así lo hizo, pero se encontró con al menos tres amiguitos más de aproximadamente 8 años, con los que estaba jugando.
Luego el niño de 10 años se fue con sus amiguitos a buscar a su hermano mayor, se fueron hacia la vía principal de Los Rastrojos y por un camino de tierra que está a un lado de una capilla y tiene salida hacia la Intercomunal acompañaron a una joven, pero los cinco se quedaron en la avenida.
Aunque la abuela, ni el niño de 14 años de edad lo dijeron, se conoció a través de algunos testigos y de las mismas investigaciones que llevan los funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc Lara, que el grupo de jovencitos estaba tirándoles piedra a los vehículos que por allí pasaban.
En medio de sus travesuras se detuvo un vehículo, se trataba de un Chevrolet Corsa rojo, “de lado del copiloto bajaron el vidrio hasta la mitad y sacaron el arma, allí todos corrieron, yo me escondí en un monte”, comenta el adolescente de 14 años. Aseguró que escuchó la detonación y al ver que subieron el vidrio, corrió y alcanzó a su hermano quien le decía: “me dispararon, me dispararon”, “pero él seguía corriendo y yo creía que era mentira. Allí lo senté en la iglesia, pero él se acostó y me di cuenta que era verdad. Yo salí a buscar y paré una camioneta que nos auxilió”, sigue relatando el adolescente.
Mientras los otros tres niños corrieron al urbanismo asustados e indicando que a los hermanos se los había llevado una camioneta. Posteriormente, su familia supo que los pequeños iban rumbo al ambulatorio de Cabudare, desde allí los remitieron al Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga, fue atendido de inmediato. El proyectil le había dado en el pecho al pequeño y le había comprometido varios órganos, por lo que a la medianoche lo metieron a pabellón para intervenirlo, sin embargo los doctores advirtieron que estaba delicado, comentó la señora Carrasco.
El pequeño tenía hora y media en quirófano y no soportó la intervención, pues a la 1:30 de la mañana murió.
La madre del pequeño fue notificada de lo sucedido la noche del domingo y estaría de vuelta al país para ver al niño, pero no le habían querido dar la mala noticia de su fallecimiento, ella creía que estaba herido.
La víctima fatal era el segundo de cuatro hermanos, estudiaba tercer grado de educación básica en El Ujano.
El terrible crimen comenzó a ser investigado por los funcionarios del Eje de Homicidios del cuerpo detectivesco. Es de resaltar que es el segundo niño de 10 años de edad, que es asesinado en Lara en menos de una semana.