Es uno de los siete territorios que conforman los Emiratos Árabes Unidos, cuya capital posee el mismo nombre. Según su historia económica, los primeros habitantes del emirato se dedicaban al comercio de perlas, actividad en la que basarían su economía hasta el siglo XX y que les permitiría tener relaciones comerciales con China, India y Pakistán. Sin embargo, fue el descubrimiento de petróleo, en los años 60, lo que trajo un cambio significativo para el lugar.
Hoy día, es uno de los países más caros del mundo, con imponentes infraestructuras, carros de oro que destellan en las autopistas, centros comerciales con parques de nieve adentro y un sinfín de atractivos que se mezclan con el derroche de lujo que, muchos millonarios tienen al andar. ¡No se hable más y conozca parte de lo que puede disfrutar cuando viaje a Dubái!
Saque oro del cajero
Reconocido como un país rico en oro y otros minerales, ¡las reservas están a la orden del día! Una de las cosas más fascinantes que puede encontrar, son los cajeros que dispensan el metal dorado. A través de una transacción de compra – venta, la maquina le permitirá elegir entre barras de 1, 5 y 10 gramos o monedas de oro.
¿Alguien quiere un Starbucks?
Si pensaba que tomar un café de Starbuks y subir su foto a las redes sociales era “estar a la moda”, cuando conozca el local, situado en el centro comercial “Battuta Mall”, considerado el Starbuks más extravagante del planeta, querrá tomarse más de una foto allí, pues su decoración simula un palacio árabe con todos los detalles.
Mascotas exóticas
Mientras cualquier mortal saca todos los días a su perro a pasear por el vecindario, en Dubái los más adinerados no se conforman con un simple can; para ellos, las mascotas son animales como: Tigres, leones, leopardos y cheetahs, a los que les construyen grandes espacios en sus hogares y les compran collares de brillantes.
¡Toca con los ojos!
¿Sabías que en Dubái se encuentra el único carro, en el mundo, forrado con diamantes?
Así es, el Mercedes SL600, con un valor de 48 millones de dólares, solo puede ser observado, porque quien deseen tocarlo deben pagar mil dólares para obtener el permiso. Pertenece al príncipe de Arabia Saudita: Al-Waleed, considerado el árabe más rico del mundo.
¿Esperando el autobús?
No todo el confort es exclusivo para los más pudientes, también para quienes usan el transporte público, diseñaron paradas en forma de capsulas con aire acondicionado y WIFI. ¿Malo?
Cuando llega la noche
Hay quienes dicen que para dormir solo se necesita tener sueño, sin embargo, algunas personas necesitan una habitación en el Burj Al Arab. Con una altura de 321 metros, es el cuarto hotel más alto del mundo, está situado sobre una isla artificial y para acceder se necesita atravesar un puente desde tierra firme, pero por si fuera poco, en su azotea tiene un helipuerto y la pista de tenis más alta del mundo.
“Siete de los diez hoteles más altos del mundo están en Dubái”
“La botella de vino más cara del mundo la venden en la tienda de vinos del Aeropuerto Internacional de Dubái, con un precio de 195.000 dólares”.
