SpaceX consiguió el viernes otro logro histórico al utilizar un cohete y una cápsula reciclados para llevar al espacio diversos suministros en una nueva misión para la NASA.
El cohete Falcon no tripulado despegó apenas a tiempo para la Navidad hacia la Estación Espacial Internacional después una rehabilitación de seis meses. El cohete porta la nave de carga Dragon que también hace su viaje por segunda vez.
Fue la primera vez que la NASA aprovecha un cohete Falcon utilizado antes y por a segunda vez la misma cápsula Dragon.
Diez minutos después del despegue, el impulsor de la primera etapa regresó a la Estación de la Fuerza Aérea de Cabo Cañaveral y se posó en forma vertical sobre una X gigante en la zona de aterrizaje de SpaceX. El lugar fue el mismo en el que descendió en junio después de su primer lanzamiento. Estampidos sónicos dobles se escucharon en la zona. En las oficinas centrales de SpaceX en Hawthorne, California, gritos de júbilo estallaron afuera de la sala de cristal del Control de la Misión, donde el director ejecutivo Elon Musk se sumó a sus empleados.
La Dragon llegará el domingo a la estación espacial, que se encuentra a 402 kilómetros (250 millas) de altura. La anterior ocasión que la cápsula visitó la estructura orbital fue en 2015.
Esta vez, la capsula transporta casi 2.268 kilogramos (5.000 libras) de materiales, entre ellos 40 ratones para estudiar el desgaste muscular, un sensor de impacto que es el primero de su tipo para medir restos espaciales pequeños del tamaño de un grano de arena, y semillas de cebada para un experimento de germinación de Budweiser, que pretende servir la primera cerveza en Marte.