Tremendo fiasco ha resultado el llamado socialismo del siglo XXI que pretendió revivir el Muro de Berlín, pero esta vez en América Latina, empezando por Venezuela, creando el ALBA, para ir progresivamente al resto del mundo. Ha sido un ambicioso proyecto totalitario aprovechando el petróleo venezolano.
Fidel Castro domó desde 1994 al teniente coronel Hugo Chávez Frías para intentar nuevamente una “revolución” comunista como lo intentó infructuosamente en los años sesenta del siglo XX, pretendiendo utilizar nuestra renta petrolera para tan nefastos fines. En otras oportunidades hemos dicho que lo que no pudo lograr Fidel Castro a través de la guerrilla que apoyó con armas, solados y logística militar, lo logró pacíficamente vía entreguismo del finado comandante Chávez. Me explico: Los Castro no pudieron expandir su fracasado sistema comunista, pero lo intentaron, utilizando nuestro petróleo, financiando movimientos en varios países de América Latina, incluyendo los 90.000 barriles diarios casi regalados a la dinastía cubana, pasando por Nicaragua, Bolivia, Argentina.
Hasta España, llegaron petrodólares para financiar al partido Podemos.
Respecto a lo dicho en el párrafo anterior, es de recordar las frases que pronunció el finado Chávez a raíz de su reintegro al poder el 2002, cito: ”Nos encontraron limpio, pero eso no vuelve a pasar…” Estas expresiones presidenciales están grabadas en Aló Presidente de aquel entonces. En efecto, nombraron a Rafael Ramírez Carreño como el hombre ideal para empezar el saqueo de las finanzas públicas, utilizando directamente la renta petrolera para los propósitos hegemónicos del proyecto autoritario del socialismo del Siglo XXI.
Ramírez destruyó la meritocracia de Pdvsa para penetrar fácilmente a los dólares de lo que fue la segunda gran corporación petrolera del mundo. En segundo lugar, se modificó en el 2005 la Ley del BCV para permitir la transferencia directa de dólares de las reservas internacionales a los fondos parafiscales Fonden y Bandes, constituyendo una estafa a la República, en tanto los dólares de las reservas internacionales no debieron salir nunca, sino comprándolos, ya sea por el gobierno o por el sector privado. Las divisas de las exportaciones ingresan como reservas porque el BCV las compra emitiendo dinero orgánico, que tiene respaldo de la producción petrolera.
En tercer lugar,dado el prolongado control cambiario desde el año 2003 se han estafado a la República una proporción importante de las reservas internacionales a través de empresas fantasmas y no fantasmas, pero vinculadas a negocios fraudulentos con la administración de las divisas. Por la vía de los fondos parafiscales antes citados, se han despilfarrado y robado alrededor de 150.000 millones de dólares.
Las estimaciones por vía del control de cambios, se han robado alrededor de 200.000 millones de dólares (Giordani denunció 25.000 millones de dólares para el año 2013, pero el control lleva 14 años. ¿Qué pasó en los restantes 13 años? Entre estas dos estafas, más los millones de dólares que entregó directamente Pdvsa al gobierno, se estima que se manejaron irregularmente alrededor de 300.000 millones de dólares. Una porción importante de ese dinero está en paraísos fiscales: en Andorra, banca Suiza, Islas Caimán, Panamá, Estados Unidos. Está por saberse la estafa total en 18 años de destrucción de la economía y la democracia.
El saqueo no culmina con lo antes dicho. La mayoría de las empresas industriales, agropecuarias y comerciales expropiadas, o están cerradas o están funcionando precariamente. Unos ejemplos: Agroisleña, hoy Agropatria que surtía semillas, agroquímicos, fertilizantes y créditos a pequeños y medianos productores del campo,prácticamente no existe.
Las empresas básicas están produciendo en promedio menos del 40% de su capacidad instalada. Pdvsa está produciendo hoy 1.500.000 barriles diarios menos que en 1998 dado el deterioro operacional y gerencial de esta corporación.