El precio de la carne porcina aumenta cada día, porque está sometida a los vaivenes de la importación de alimentos y medicinas que necesita la cría de este rubro, según dio a conocer Mario Illesca.
El presidente de la Asociación de Productores de Porcinos de Yaracuy dijo que la situación para los productores ha empeorado porque el Gobierno no facilita los dólares y, en consecuencia, tienen que recurrir a lo que se conoce como el dólar negro o el innombrable, cuyo valor cambia todos los días.
En este orden de ideas precisó que los alimentos concentrados para las crías de los porcinos son importados, lo que encarece de manera exorbitante los costos de producción.
Como también los laboratorios venezolanos no están fabricando vacunas, antibióticos, vitaminas y otros insumos necesarios para preservar la salud de los porcinos, hay que importarlos.
-¿Quién fija el precio de la carne?
-El precio del producto cárnico en nuestro país lo fijan las fábricas de embutidos, las cuales también requieren de conservantes que no se producen en Venezuela.
-¿Cómo ha sido el apoyo al Gobierno que siempre habla de soberanía alimentaria?
-El gobierno tiene políticas de importación para soya, producto que requieren los porcinos; pero, nosotros no tenemos la posibilidad de acceder a ese rubro del Estado venezolano y, en consecuencia, hay que recurrir al mercado negro. Naturalmente, eso afecta el precio de la carne de cerdo.
-¿No han tenido conversaciones con el Gobierno para resolver los problemas que tienen para producir?
-Si hemos tenido conversación con el Ejecutivo del Yaracuy, donde existe la buena disposición de colaborar. Pero, en el estado no pueden resolver las cuestiones que planteamos porque las mismas son competencias del Ejecutivo Nacional. Regionalmente, podemos tener buena comunicación para solicitar soya, maíz, medicinas y en general todo lo atinente a nuestra producción, pero realmente no es posible obtener respuestas satisfactorias en la zona.
-¿A cuánto alcanza el consumo nacional de carne porcina?
-Se ha venido reduciendo drásticamente. El consumo nacional al año era 16 kilos per cápita hasta el 2008. Después bajó a 8 kilos por persona. Y hoy día, evidentemente, tiene que ser mucho menos porque el precio se ha elevado en forma muy alarmante.´
-¿En qué forma los ha afectado esta situación?
-Estamos asombrados porque cada dos o tres veces a la semana suben los precios de los insumos, ya que el aumento generalmente es de un 30 por ciento cada vez. Esa es la razón por la cual cada día hay menos productores porque es imposible seguir trabajando ante esta inflación galopante. Nuestra asociación tenía hace año y medio 109 productores. Hoy en dia , lamentablemente, somos 23. Conviene resalta que aquí, en Hato Viejo, habían diez granjas, dos de las cuales eran grandes con más de 10 mil puercos cada una; pero, éstas últimas ya dejaron sus operaciones. Y así viene sucediendo con las demás. Una que tenía 800 madres, le quedan treinta.
-¿Cuál es el promedio de producción?
-De 2, 5 partos por año, cada uno de diez a once cerdos. En mi granja se ha venido reduciendo el número de madres, ya que últimamente se pasó de 80 a 60 y estamos en el momento con 40 por el precio que tienen los alimentos.
-¿Cómo lo explica?
-Después de cada parto, hay que alimentar a los cerdos con los iniciadores. Éstos se adquieren por fases. La factura de ayer, por ejemplo para la fase 1 es de 45 mil bolívares; la fase 2, de 40 mil y la fase 3, de 36 mil. Es normal que consuma el animal menos porque está pequeño; pero, a medida que va creciendo necesita más alimentos para el engorde.
Antes, el animal era alimentado durante 260 días para que llegara a los 150 kilos. Debido al alto precio que tienen los alimentos ahora para lograr que el ejemplar llegue a los 75 kilos tenemos que esperar 200 días, que eso se podía lograr en 150 días. Ahora tiene menos peso como se puede entender porque no es rentable producir en las condiciones existentes.
-¿Cómo se sienten ahora los productores?
-Estamos quedando los sobrevivientes. Estamos utilizando además como alimentos para las crías arroz de harina paddy, que tiene poca proteína, pero nos permite rendir los alimentos concentrados y abaratar mínimamente los costos.
-¿Qué nos puede decir ahora que se necesita carne porcina para las hallacas?
-Nosotros, en Venezuela, consumimos la carne de cerdo a manera de embutido, cosa muy distinta por ejemplo a Dinamarca, donde el consumo masivo es de la carne fresca. O Colombia, donde están motivando el consumo. Nuestra zafra es precisamente en diciembre cuando la gente busca el pernil, el jamón planchado y la carne para la hallaca.
-Pero, el precio está por las nubes…
-La industria lo está adquiriendo en canal a 140 mil bolívares el kilo. Pero, la inflación se encarga de que siga subiendo al consumidor. Antes logramos producir a precios accesibles a la población hasta el 2015. De ahí para acá comenzó el decrecimiento. En estos momentos, el número de productores debe haber bajado desde entonces en un cincuenta por ciento, para decirlo en términos conservadores. Difícil es precisar cifras porque en el país no hay indicadores oficiales.
Por lo demás, el comentario en la calle es que este año serán muy pocas las hallacas que tendrán carne de cochino porque el precio es muy elevado. Y ya se están vendiendo en algunos puestos de mercados hallacas con caraotas, que por cierto también están muy caras.