La necesidad que tiene el Gobierno de lograr dinero fresco para paliar la grave crisis y la de oposición que haya condiciones justas para las elecciones presidenciales del próximo año, pueden ser los factores preponderantes para, que este viernes, haya un acuerdo en las negociaciones que se llevan a cabo en República Dominicana.
En esta reunión estará en el tapete de la mesa de negociaciones lo que se conoce como “soluciones integracionistas” o “juego de sumas variables”, en las que ambas partes consideran que salen favorecidas en partes iguales o aproximadas después de haber analizado los puntos en discordia, declaró el Dr. Rafael Simón Jiménez, ex vicepresidente de la Asamblea Nacional, profesor universitario, historiador y analista político, al ser entrevistado por EL IMPULSO.
Conviene subrayar que los mediadores han dicho que hay un acuerdo avanzado; pero, no han definido hasta qué punto se ha logrado ese avance.
Por un lado, los aspectos más importantes que ha llevado el Gobierno son, primero, el de la soberanía, mediante el cual rechaza por completo las sanciones impuestas por los Estados Unidos, Canadá y que han tenido apoyo de la Comunidad Europea y, segundo el del reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente, cuya elección ha sido cuestionada por los países democráticos.
Por el otro lado, la oposición ha planteado elecciones libres y transparentes con un Consejo Nacional Electoral justo y equilibrado; el canal humanitario de alimentos y medicinas; las liberación inmediata de los presos políticos; y la restitución de las facultades de la Asamblea Nacional.
-Como analista, ¿cuál es su observación sobre esta última reunión?
-Soy de moderado optimismo. Debo reconocer que entre los que participan como acompañantes de la oposición figuran el Dr. Gustavo Luis Velásquez, quien es muy competente en la materia de negociaciones; y Jorge Roig, quien se ha manifestado como exponente del sector empresarial. No sé cómo podría darse el acuerdo, aunque ya existe una lista de 147 presos políticos que, según se ha anunciado, saldrían en libertad no más ser firmado el acuerdo. Ahora bien, a la hora de las valoraciones tengo mis reservas porque si anteriormente el Gobierno no cumplió con lo suscrito en diciembre habiendo tenido como auspiciador a El Vaticano, no podemos sentirnos optimistas del todo en caso de que se llegue a un final positivo este viernes. En Colombia hubo un gran número de negociaciones y al final se firmó el acuerdo de paz, porque ya lo imponían las circunstancias, es de esperarse que ahora, en Venezuela, la necesidad de las partes obligue al acurdo. Al Gobierno porque necesita dinero fresco y las sanciones le impiden conseguirlo. Y a la oposición, las elecciones del venidero año también la impelen a dar ese paso. Claro está, todo esto está dentro de la especulación, porque nada se ha definido hasta este momento.
Es de resaltar que el Presidente Danilo Medina, de Dominicana, juega un papel importante en esta negociación, sobre todo porque se ha colocado en el tapete lo que se conoce como la teoría del juego de sumas variables o soluciones integrativas, en que las partes consideran que salen ambas favorecidas.
En esta ronda hay ocho países involucrados: México, Chile y Paraguay que podría enviar un representante, por un lado; Bolivia, Nicaragua y San Vicente y Las Granadinas, por el otro. Además, el presidente de Dominicana y el ex jefe del Estado español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien no representa a España, pero informa al gobierno de ese país. Sus misiones son clara: acercar las partes y buscar el acuerdo. Después vendrá la verificación de su cumplimiento.
