Nuevamente la avenida Libertador fue escenario, este miércoles, de una protesta, con el correspondiente cierre, por parte de gran cantidad de mujeres y hombres angustiados por no haber podido recibir las bombonas de gas doméstico.
“He venido varias veces, saliendo de madrugada de mi casa, con el peligro de que me atraquen y hasta que me maten, para comprar la bombona y nada, pierdo la madrugada y toda la mañana y otra vez me voy con las manos vacías”, exclamó una ama de casa cerca del mediodía.
Como ella, había numerosas mujeres y hombres procedentes de diferentes comunidades del norte de Barquisimeto que llegaron desde antes del amanecer con sus cilindros vacíos, esperanzados en que se los cambiarían por unos llenos en el centro de distribución ubicado en la antigua Casa Sindical.
Explicaron que, a pesar de que allí convergen miles de personas, diariamente sólo les envían un camión con cilindros, los que resultan insuficientes, quedando muchas sin poder adquirirlos.
Luego de esperar infructuosamente la llegada de un camión de Gas Comunal, cerca de las diez de la mañana decidieron protestar ubicándose con sus cilindros en la avenida Libertador, diagonal al Domo Bolivariano.
Eso, como es lógico pensar, provocó un congestionamiento automotor en ambos sentidos pues los vehículos procedentes del oeste o el este debían ser desviados a calles o carreras adyacentes que también se congestionaron.
Pocos minutos antes de las 12 del mediodía se presentaron uniformados de la Guardia Nacional que los convencieron de que debían retirarse hacia la calle 40, cerca de la Casa Sindical, en ordenada fila, con la promesa de que les llegaría un camión con bombonas.
No es la primera vez que vecinos de la parroquia Unión y otros sectores cercanos al Domo cierran la avenida Libertador para reclamar el suministro de gas licuado, cuya distribución no es la más adecuada a las necesidades de la población, pese a que desde Gas Comunal afirman lo contrario.