Cerca de las 6 de la mañana de ayer, se escuchó un golpe en plena avenida Florencio Jiménez, frente al Cementerio, y por el aire vieron volar el cuerpo de un hombre. El vehículo se daba a la fuga, los vendedores de flores e informales de la zona corrieron y al ver que era uno de los que limpian las tumbas, comenzaron a buscar auxilio.
Uno de ellos llamó a un familiar, y este en medio de la desesperación por salvar su vida, detuvo una grúa y lo montó, pero falleció en el camino, por lo que el vehículo llegó directo hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
El cuerpo ingresó sin signos vitales, pero a mitad de la mañana se escucharon unos llantos desgarradores, era la señora Dalia Peña, quien acababa de dar con su hermano.
La dama cuenta que un hermano fue quien les avisó que a José Gregorio Peña, de 40 años de edad, se lo habían llevado por delante y estaba en el hospital.
La víctima era de los menores de siete hermanos, residía en Ruiz Pineda, al oeste de la ciudad y comenta que tenía muchos años trabajando en el cementerio.
Ella tenía dos meses que no lo veía, cuando él la fue a visitar, pero el contacto vía telefónica era constante.
“Ahora esta muerte quedará impune porque no sabemos quién fue, pero allá arriba hay un Dios poderoso que observa todo lo que pasa, él sí sabe quién fue y va a hacer justicia”, destacó la señora Peña.
