La angustia y su choque con la alegría. Son pocas las personas quienes en medio de su enfermedad deciden pasar un buen rato junto a los integrantes de Dr. Yaso y olvidar por minutos su situación de salud.
¿Sabías que existe una asociación sin fines de lucro, para alegrar a los que más lo necesitan?
Sufrimiento, dolor, angustia, tristeza, depresión y más sentimientos destructivos son los que la asociación civil Dr. Yaso busca eliminar o hacer que olviden por instantes los niños, jóvenes y adultos que por alguna enfermedad se encuentran hospitalizados en los distintos centros médicos del estado Lara.
Dr. Yaso nace por la catástrofe que hubo en el estado Vargas hace 12 años; cuando tres amigos, dos artistas de teatro y uno payaso, decidieron ir al refugio a entretener a la gente, luego de una segunda visita, contentos con el resultado deciden crearlo parte de sus rutinas, ir a los refugios y hospitales a dar alegría a los que la carecían.
Al cumplir su primer año, los médicos les dijeron: lo están haciendo muy bien, el trajearse de payasos e ir a jugar con los niños, va bien pero háganlo mejor. Fue entonces cuando comenzaron a investigar sobre normas de bioseguridad dentro del hospital, luego la Asociación de Pediatría y Puericultura se encargó de prepararlos y como resultado final convertirlos en payasos de hospital.
Dr. Yaso fue, en ese entonces, la única organización de payasos avalada por la Asociación de Pediatría y Puericultura. Ubicado en Caracas, los payasos existentes fueron formando a otros payasos, de esta manera se fueron expandiendo, dando paso a la creación de las sedes. Al tercer año, su crecimiento fue notorio, convirtiéndose en la única franquicia (llevan una norma de la casa matriz de Caracas) en Venezuela, sin fines de lucro, en pro y beneficio de la sociedad.
“¿Cómo llegamos aquí? Esto es un voluntariado, aquí nadie cobra medio, como ves, la mayoría llega de sus trabajos con su maleta y sus batas y herramientas de ayuda como: sus narices de payaso. Yo anuncio si realizaremos visitas los días miércoles; los lunes y martes son días fijos para ir a jugar con los pacientes. Las horas de visitas son de 6:00 de la tarde a 10:00 de la noche, a veces salimos más temprano depende de la cantidad de pacientes que halla en el lugar”, cuenta Yeny Brito, coordinadora del programa Dr. Yaso en Barquisimeto.
Por otro lado, la coordinadora resalta que todo el que pertenece al equipo lo hace con la mayor voluntad y que cada payaso tiene su propia personalidad y su forma exclusiva de hacer reír a los pacientes. “El mayor regalo que tiene esta fundación es la voluntad de sus colaboradores porque yo como coordinadora, puedo organizar 1.000 visitas pero sin los voluntarios no sería posible” añade Brito.
¿Cómo integrarse al equipo?
“Se hacen uno o dos talleres al año, pero estos dependen de muchos factores. Hay que enviar un correo a [email protected] manifestando el deseo de ser voluntario y ¿por qué quiero ser voluntario?, ¿cómo me entere de la fundación?, ¿tiene un amigo dentro? Entre otros.
Así mismo, en ese correo colocar los datos personales y finalmente cuando haya talleres, uno a uno se va llamando.
En noviembre de este año 2017 se realizó un taller para los nuevos integrantes. Se deben cumplir 35 horas académicas en el taller de iniciación, ya que esto es un proceso, luego poco a poco se van realizando más talleres de formación, debido a que estos deben ser constantes, ya que la misma rutina los va formando.
El taller hay que hacerlo, hay que vivirlo, es una experiencia única, no puedo decir lo que es.
Al nuevo voluntariado se le realiza una entrevista, luego una evaluación y el taller de iniciación, tiene un costo, para poder pagar la logística del mismo.
El único impedimento para pertenecer al voluntariado es ser menor de edad, debido a que en los lugares que visitamos no aceptan la entrada de los menores. De acuerdo al uniforme, cada quien hace su traje, pero la bata es de la fundación, esta se les entrega cuando ya cumplen con sus 20 visitas y es cuando realmente se convierten en payasos de hospital”, explica Brito.
Sin ayuda gubernamental
“Debido a que la fundación es sin fines de lucro, y no recibimos ninguna ayuda del Gobierno, yo, como coordinadora de Barquisimeto, junto a mi equipo de voluntarios, cada año realizamos el conocido potazo en avenidas principales de la ciudad o los domingos en las iglesias, y de esta forma colectar el dinero necesario para los gastos de la fundación.
Gastos como: las batas que usan los payasos, realizarle los bordados del logo de la fundación y además poder regalarle un globo a cada niño interno que visitamos” explica la coordinadora Brito.