El candidato opositor Salvador Nasralla pidió el jueves a la comunidad internacional la creación de un tribunal especial para solucionar la grave crisis política que atraviesa Honduras, tras alegar un supuesto fraude en las elecciones presidenciales en las que se enfrentó al mandatario Juan Orlando Hernández.
En tanto, la Organización de Estados Americanos no descartó solicitar que se repitan los comicios si pese a las recomendaciones sugeridas no se ofrecen las garantías necesarias para un proceso transparente y calificó de “desproporcionada” la suspensión de las libertades que conlleva el toque de queda decretado por el gobierno.
Nasralla dijo por televisión que el Tribunal Supremo Electoral interfirió el sistema de cómputo para favorecer a Hernández, quien busca su reelección, en los comicios del 26 de noviembre.
“Yo gané por 15 puntos, pero el día de la votación hubo un robo descarado”, sostuvo. “Y el pueblo quiere saber la verdad de lo que pasó”, añadió.
El presidente del tribunal electoral, David Matamoros, desestimó la petición de Nasralla de delegar la tarea en un órgano internacional imparcial y expresó su anuencia a examinar sólo las actas de unas 5.000 mesas de votación impugnadas por supuestas irregularidades.
“No podemos seguir con el mismo árbitro porque está descalificado”, dijo Nasralla.
Según el candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura, Matamoros debe entregar toda la documentación del proceso a un organismo internacional. Eso incluye las maletas que contienen las urnas, actas, cuadernillos y papeletas con la firma de cada votante y los representantes de los partidos políticos.
En un comunicado emitido la noche del miércoles, la OEA mencionó “el cúmulo de irregularidades, errores y problemas sistémicos que han rodeado este proceso electoral” y que no permiten “tener certeza sobre los resultados”.
El organismo a su vez advirtió que si las instituciones hondureñas no pueden solventar las dudas sobre la votación podría recomendar “un nuevo llamado a elecciones con garantías de que se corrijan todas las debilidades identificadas”.
Después de 11 días de la celebración de los comicios todavía no se sabe quién será el próximo presidente hondureño. Según los datos oficiales, Hernández va ganando con 43% de los votos frente a 41,4% de Nasralla.
Mientras “el pueblo se hunde en la debacle por sendas manifestaciones, suspensión de garantías constitucionales y las marchas nocturnas de las cacerolas”, se lamentó el analista político Rodolfo Cortés Calderón.
Simpatizantes de Nasralla mantienen bloqueados tramos de las carreteras más importantes del país para exigir una solución rápida al conflicto. En tanto, los seguidores de Hernández tienen previsto realizar una movilización en Tegucigalpa.
“La ingobernabilidad persiste en Honduras y es terrible”, dijo el profesor universitario Filadelfo Martínez. “Es vital que los líderes depongan sus actitudes en aras de la patria”, añadió.
El gobierno intentó contener la tensión social imponiendo un toque de queda nocturno de 12 horas y decretando el estado de emergencia nacional durante 10 días. El miércoles, a instancias de la OEA, lo redujo a nueve horas y sólo en nueve de las 18 provincias del país.
La OEA condenó los episodios de violencia “irresponsables e incompatibles con la democracia” registrados desde que se decretó el toque de queda.
Hernández se ha mostrado dispuesto a aceptar un recuento de los votos, decisión que fue apoyada por Argentina, Chile, Colombia, Guatemala, México, Paraguay y Perú, integrantes del Grupo de Lima, de 11 miembros, creado para hacer un seguimiento a la crisis venezolana.
