Un funcionario de la Policía Municipal de Iribarren (PMI) fue asesinado en el norte de Barquisimeto, la mañana de este jueves, cuando el criminal que intentaba robarle su motocicleta se dio cuenta que era un policía.
La víctima fatal respondía al nombre de Glenn Anderson López Briceño y tenía 25 años de edad.
El crimen fue cometido, a eso de las 8:00 a.m., en la carrera 7 entre calles 1 y 2 del barrio Andrés Bello de El Cují.
Glenn Anderson estaba de civil y franco de servicio pero se trasladaba en su motocicleta policial casi nueva (marca Yamaha y de color negro).
Como de costumbre fue a visitar a sus padres a la casa en la que se crió, aunque allegados informaron a EL IMPULSO que también había aprovechado para buscar un dinero.
Lo cierto es que, según testigos del hecho, estaba frente a la vivienda cuando fue sorprendido por una pareja que caminaba por la acera. Una mujer como de 35 años de edad y un hombre de aspecto más juvenil.
“Venían abrazados como si fuesen novios para engañarlo. Qué iba a pensar él que querían robarlo”, relató una vecina de la zona.
Con un arma de fuego tipo chopo encañonaron al poliribarren. Iban por la moto y así lo hicieron saber.
Aparentemente López Briceño no se resistió al robo. Tenía intenciones de entregar sus pertenencias, cuando el asesino vio que la placa de la motocicleta era de color verde, decía “Venezuela, Policía Municipal” y estaba signada con el número 4-476.
“¡Levántate la franela!”, le habría gritado el criminal al funcionario después de leer la placa del vehículo.
Al verse descubierto, supuestamente Glenn Anderson intentó sacar a relucir el arma de fuego que tenía en la cintura (bajo su franela) para hacerle frente al malhechor, pero el homicida lo tenía apuntado y disparó casi a quemarropa hacia la cara del hoy occiso.
La herida fue entre la nariz y el pómulo izquierdo. El difunto se desplomó instantáneamente y quedó bocabajo.
El padre del policía fue testigo de lo ocurrido. Cuando vio que su hijo cayó malherido, tomó el arma de reglamento del pmi y disparó al menos seis veces contra los maleantes.
Sin embargo, estos lograron escapar corriendo en la misma dirección por la que atacaron. El tipo robó una bicicleta unas cuadras más arriba y la “señora” se escabulló a pie.
Revuelo porque los reconocen
A minutos del suceso, la escena del crimen se abarrotó de vehículos oficiales y policías (municipales, regionales y nacionales). En el barrio se desplegó un operativo importante (con efectivos de inteligencia) para intentar dar con el asesino y su cómplice, quienes habrían sido reconocidos en la zona por testigos.
“Es ese, es ese”, gritó un familiar de Glenn cuando le enseñaron una fotografía.
Con armas de fuego en mano los policías recorrieron las calles de la zona e ingresaron a algunas casas pero no habrían dado con los homicidas.
Los mismos vecinos pedían que les buscaran a los asesinos para hacer justicia con sus propias manos. La comunidad estaba conmocionada a raíz del crimen.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc levantaron la escena del crimen a eso de las 10:30 a.m. y hasta militares de la Guardia Nacional se vieron en el sitio del acontecimiento.
A pocas cuadras del lugar en el que cayó el poliribarren, en agosto de 2017, mataron a Rongelis Pérez Ramos, de 28 de edad, quien era asistente de la actual directora de Salud en Lara, Linda Amaro.
En el mismo barrio, además, casi linchan a un delincuente que había robado a varias personas en el sector. Esto fue a mediados de agosto de este año.
“Él creía en la ley”
Una tía de López Briceño aseguró que el muchacho quería ser policía desde pequeño. Lo describió como una persona muy familiar que aprovechaba cualquier tiempo libre para ir a ver a sus papás.
“Todos los días del mundo él iba a ver a sus padres. Sus tías también éramos sus padres y sus primos, sus hermanos.
Él creía en la ley. A nosotros no nos gustaba mucho que estuviese en esta carrera pero luchó y luchó por entrar a la policía porque era su vida. Estudió e hizo carrera en la policía, no fue que se graduó en un mes”, dijo Karol López a EL IMPULSO.
López indicó que su sobrino antes formó parte de la policía estadal durante aproximadamente dos años y luego pasó a integrar las filas de la PMI.
Tras su partida queda sin padre un pequeño de 2 o 3 años de edad. Aparentemente vivía en El Jebe.
Cumplía funciones administrativas
El comandante de la PMI, Wilmer Pifano, informó a los medios de comunicación que Glenn Anderson tenía más de 1 año en el organismo de seguridad y actualmente estaba destacado en el comando para cumplir funciones administrativas. Había entregado guardia la noche del miércoles.
“Excelente funcionario. Presto a dar todo lo que se le pedía; no era una persona problemática. Está considerado por las personas más antiguas de la policía como uno de los mejores nuevos ingresos que hubo. Ya había pasado por motorizado patrullero”, dijo.
Pifano confirmó que al efectivo no le quitaron su arma de fuego.
“Prácticamente fue una emboscada. No sé con qué fines porque en eso se encuentra el Cicpc; investigan si fue algo fortuito o si había algo detrás de esto. No se encontraba haciendo ninguna actividad relacionada a la parte policial (…) No hubo robo”, manifestó.