Con una caminata desde la avenida Las Palmas con avenida Andrés Bello, frente a la entrada del área de emergencias del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp), terminó la campaña del aspirante opositor a la alcaldía de Iribarren, Macario González, ayer por la tarde. Desde allí, se declaró satisfecho y convencido de que ganará a su principal rival, el oficialista Luis Jonás Reyes.
Sufragar a su favor, dijo, será un acto de rebeldía: “La posición correcta hoy es de rebeldía. Por eso, yo convoqué una rebelión ciudadana electoral, una rebelión con el voto, porque es la única manera de expresarle a los responsables de esta situación que basta de destruir un país y para anunciar que todos queremos un mejor futuro para nuestra ciudad y las próximas generaciones”.
Según sus sondeos la abstención no será un problema: “Es cierto que al inicio de esta corta campaña me dejó la impresión de una ciudad congelada, sin esperanza. Pero en la medida que vieron la unidad que yo represento se fue contagiando entre los ciudadanos la idea de fortalecer el voto como un instrumento de cambio y de rebelión”.
Comparándose con Reyes aseguró que no necesita actos de respaldo como que el que ofreció recientemente el vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, en su visita a la capital larense, pues él es “un libro abierto a los ciudadanos” y un luchador social permanente.
Superar el “ventajismo” del oficialismo ante la anuencia del Poder Electoral, subrayó, es su misión: “Voy a derrotar al Consejo Nacional Electoral (CNE) en primer lugar por el ventajismo que ha permitido en la campaña al no meter en cintura al propio presidente de la República, que sigue haciendo campaña con sus candidatos con medios de comunicación del Estado. El candidato del PSUV despacha desde Corpolara bienes adquiridos con dinero del estado y, sin embargo, el CNE mira para los lados”.
A la población recordó que participar en los comicios municipales equivale también a homenajear a Alfredo Ramos. “El domingo esta victoria que vamos a tener tiene que ver con sus luchas”, dijo. Con Ramos destituido y detenido no teme por su destino, si llegara a ganar: “Yo sé a lo que me expongo, pero la lucha por la democracia en Venezuela, por recuperar los espacios que pertenecen a los ciudadanos y no a los partidos, por legar a las generaciones futuras espacios democráticos vale la pena el riego. A fin de cuentas aquí todos estamos en libertad condicional”.
“Lo ideal sería que por disentir no expusiéramos la vida ni la libertad, pero, si hay que correr esos riesgos, con gusto lo hacemos, porque Venezuela no la podemos dejar en manos de quienes la han destrozado”, cerró.