Enfrentar las adversidades con dignidad e hidalguía, representa el gran reto de la sociedad democrática venezolana, más allá de las severas limitaciones demostradas por una oposición partidista secuestrada en manos de unos pocos que se pretenden arrogar la potestad de decidir el futuro de mas de 28 millones de compatriotas que no estamos de acuerdo con el modelo revolucionario que se ha implantado. Sobradas razones pudiéramos argumentar para no acudir a votar el próximo 10 de diciembre. Desde la orfandad derivada del amargo sabor ventajista del oficialismo, hasta los anuncios de fraude no comprobado, por los partidos políticos y lideres de oposición, pasando por la comodidad implícita y manifiesta de sectores acostumbrados a la indiferencia como formula para el negociado…
La crisis estructural y la distorsión del aparato económico avanzan desenfrenadamente pulverizando el bolsillo de los venezolanos. No existe ninguna formula aislada sustentada en el populismo del gobierno que pueda detener el inminente quiebre terminal del abastecimiento alimentario, medicamentoso y de todo tipo. Literalmente hablando, el gobierno no tiene dinero y sus líneas crediticias internacionales están totalmente cerradas. Necesita desesperadamente traer comida, gasolina, medicinas e insumos básicos para el funcionamiento del país. Para ello, es obligante la aprobación de la Asamblea Nacional a fin de viabilizar el refinanciamiento de la deuda externa con miles de acreedores que exigen bases constitucionales legales para sentarse a conversar. En pocas palabras, el gobierno tiene una dependencia jurídica de las fuerzas parlamentarias opositoras para destrancar el juego económico y evitar un inminente estallido social derivado de una hambruna generalizada…
Asimismo, los requerimientos opositores obligan la aprobación del alto gobierno para conciliar líneas de acción acordadas fundamentalmente en el área de abastecimiento de comida y medicinas. Además, en lo electoral se requieren condiciones mínimas de cara a las ineludibles elecciones presidenciales próximas a celebrarse posiblemente en el primer trimestre del 2018.En estas condiciones de reciprocidad de necesidades políticas en función del país, se hace necesario demostrar fortaleza para negociar. Ganar el mayor número de alcaldías posibles, rompiendo con la depresión, nos permitiría obtener la musculatura de negociación necesaria para hablar con fuerza el próximo 15 de diciembre en República Dominicana. Además, somos demócratas genéticos y mientras tengamos espacios electorales de participación, debemos abordarlos con decisión y coraje…
Mis comentarios:
-La sociedad democrática venezolana debe hacerse presente en los centros de votación para ganar el mayor número de alcaldías…
-Demostremos que somos capaces de pasar por sobre una dirigencia opositora sin la estatura histórica requerida…
-Bien pensada la nueva reunión en Dominicana el 15 de diciembre. El gobierno cuenta con barrer las elecciones el 10 de diciembre. De nosotros depende…
-Llegar triunfante el 15 de diciembre le daría al gobierno la musculatura y fuerza para imponer sus criterios.
-Chavistas y opositores nos necesitamos para reconstruir un país en ruinas que implora la participación de todos…
-En Lara, derrotemos la abstención. Todos a votar…
-Macario sí va…
Por el fruto de su boca, se harta de bien el hombre, cada cual recibe el salario de sus obras…(Proverbios 12:14)