La ciencia sostiene que no se debe atribuir realidad a una cosa que no sea accesible a la experiencia. La experiencia, pues, es la realidad; la realidad, entre muchos otros aspectos, se percibe en el campo visual, en el campoauditivo, por el medio táctil, etc. Una cosa que no se perciba por estos sentidos como medios, la ciencia y el hombre en general, que estructura sus conocimientos de la realidad mediante cánones aprendidos, que se propagan por la difusión de la ciencia. De igual manera, se divulgan por medios vulgares; es decir, por la opinión de la gente común: el pueblo, motejado “vulgo”.
Pero cuando utilizo ese medio negado, nada accesible a la realidad, conocido como “ciber-espacio” para hacer llegar mis crónicas al periódico impreso, El Impulso, hago uso de una realidad nada accesible a mi experiencia, ni a la experiencia de ningún mortal. De manera que esta experiencia de la realidad negada por la ciencia, es mi experiencia de mi realidad de lo físico: el “ciber-espacio”.
Bajo la concepción científica el ciber-espacio no es realidad porque para ella no es nada físico.
La apreciación de Descartes de otorgar realidad a una cosa que no es accesible a la experiencia, porque, según él “el espacio es idéntico a la extensión, pero la extensión está ligada a los cuerpos; de lo cual concebía que, no existe el espacio sin los cuerpos, es decir, no existe el espacio “vacío””.
Einstein, que en todo momento sostuvo en su teoría de la relatividad, que la luz necesita el espacio “vacío” para movilizarse. En el apéndiciV, la última parte de su teoría, aceptó la concepción de Descartes, mediante explicación que no admite el error como para no sacrificar su concepción. Dice Einstein, cito: “Entonces, Descartes no estaba tan equivocado al creerse obligado a negar la existencia de un espacio vacío; aunque esa opinión parecía absurda, en tanto que se consideraba que solamente los cuerpos ponderables tenían realidad física. Únicamente la idea del campo como representante de lo real, conjuntamente con el principio de la relatividad generalizada, es lo que ha venido a poner de manifiesto el verdadero sentido de la idea de Descartes: “no existe un espacio libre de campo”.
El campo es el recurso extendido hacia la realidad intangible e invisible, después de venir siendo aplicado a los cuerpos
físico ponderables. De modo que mediante este recurso fue como la ciencia después de muchos rechazos admitió aceptar el concepto de campo para lo no real.
Entonces, con la concepción de campo es admisible la realidad del ciber-espacio.
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