Contrario a lo que ocurrió en diciembre del año pasado cuando exoneraron el pago en el peaje Caseteja, municipio Peña, estado Yaracuy, desde ayer una nueva tarifa rige el paso de vehículos. Hasta el domingo, la tarifa mínima era de 200 bolívares y la máxima de 3.200. Ahora, por cada vehículo liviano (monto mínimo) los choferes deben cancelar mil bolívares; mientras que los conductores de gandolas de seis ejes o más (monto máximo) deben pagar 18 mil. La cantidad debe ser cancelada obligatoriamente en efectivo, porque no hay punto de venta.
Los usuarios consultados por EL IMPULSO expresaron su descontento con el aumento. Coincidieron en la misma opinión gandoleros, choferes de trasporte público y de vehículos particulares.
“Está muy caro”, “lo veo como una exageración”, “están sacando los aguinaldos con los peajes” fueron algunas de las opiniones de los conductores. Los choferes de carros por puesto que cubren la ruta Barquisimeto-San Felipe, por ejemplo, deben gastar hasta 6 mil bolívares diarios, según lo calculó el transportista Robert Cordero. Un gandolero que conduzca de Puerto Cabello a Maracaibo calcula un egreso en peajes de casi 300 mil, dijo por su experiencia José López.
El dinero recaudado por el Instituto de Vialidad y Obras Públicas del estado Yaracuy será invertido en el mantenimiento de áreas verdes, bacheo, alumbrado, señalización, demarcación, mantenimiento general de la vía y administración de personal e infraestructura en 116 kilómetros del tramo de la autopista Cimarrón Andresote.
Los entrevistados tampoco confían en que el dinero sea invertido de la forma como lo justifica la Gobernación de Yaracuy. La vialidad, evaluó el chofer de carga pesada Pedro Ramos está “más o menos y la inseguridad no se aguanta”. Tras el volante de su carro, María Moreno agregó que tampoco hay iluminación ni patrullaje.