“La transición política española, consensos para el desarrollo”, fue el tema a abordar en un conversatorio organizado por Fedecámaras y la Embajada de España, que contó con la presencia de Adolfo Suárez Illana, abogado español, hijo del presidente de España, Adolfo Suárez, en el periodo 1976 a 1981, artífice de la transición democrática en España, después de 37 años de dictadura franquista.
Jesús Silva Fernández, embajador de España, afirmó que la iniciativa está enmarcada dentro de un programa cultural que llevan adelante y que tiene como objetivo abrir un espacio para la reflexión, teniendo como referencia la historia.
Suárez Illana, durante el conversatorio sobre la transición democrática española, considerada el modelo por excelencia de las transiciones políticas, aseguró que el espíritu de la transición nunca fue el olvido, sino tener presente las barbaridades que se cometieron en el país y garantizar que nunca más se repitan. España aprendió que se puede convivir, aún sin estar de acuerdo. “Debemos estar de acuerdo es en el profundo deseo de vivir en paz y en libertad”, afirmó.
El hijo del expresidente español, aseguró que “es un pecado imperdonable que un político inste al odio, al enfrentamiento y a la falta de convivencia. El político es un gestor de una cosa común que requiere comunidad, convivencia, paz, libertad y respeto”.
En cuanto al tema económico, manifestó que la libertad y la seguridad jurídica son fundamentales y sin ellas es imposible construir una economía real.
Adolfo Suárez Illana, apuesta a los votos como salidas a las dictaduras; sin embargo, aclaró que es necesario contar con elecciones libres, transparentes y que estén garantizadas por terceros y que no sea uno mismo el que las controle.
Al ser consultado sobre el diálogo entre Gobierno y oposición, Illana declaró que desea que estas conversaciones sean sinceras y haya compromisos de verdad. Recalcó que “quien tiene más poder, quien es más fuerte, debe ser siempre más generoso y contribuir con todas sus fuerzas al desarrollo por la paz, la convivencia y la democracia de su país”.
Carlos Larrazábal, presidente de Fedecámaras, al cierre del evento, aseguró que es la vía democrática, y no otra, la única forma de lograr un cambio en el modelo político y económico que tiene a Venezuela sumida en la peor crisis en la historia contemporánea del hemisferio occidental. “Estamos convencidos de que las salidas políticas que se logren por la vía del diálogo y los consensos, y no por la violencia, son las que más benefician al país”.
Como en la España de 1977, en Venezuela, salvando las diferencias existentes, padecemos hoy una profunda crisis económica, política, social y de valores que demanda urgentes acciones correctivas y un cambio de rumbo profundo que nos oriente hacia un país de progreso y bienestar donde exista una democracia plena, agregó Larrazábal.
Como sociedad tenemos un gran desafío por delante: lograr los consensos necesarios alrededor de una visión de país, que nos permita establecer las estrategias para lograr cambiar el modelo político y económico que nos ha traído hasta las graves condiciones en las que hoy sobrevivimos, y transformar el contexto país en uno de paz y en democracia. Sabemos que no será fácil, pero estamos convencidos de que sí es posible, concluyó Larrazábal.
En España se logró establecer un proceso de transición con todas las fuerzas políticas del país, sobre la base de alianzas y a pesar de sus diferencias ideológicas y dogmáticas dejaron atrás la dictadura franquista, logrando avanzar hacia una verdadera democracia.
Fue con la participación de todas las corrientes políticas que se pudo superar la división de España y se transitó el camino hacia la reconciliación y la democracia. Y en eso creemos en Fedecámaras, afirmó Carlos Larrazábal.
El conversatorio, «La transición política española: consensos para el desarrollo», contó con la participación de un nutrido grupo de representantes diplomáticos, líderes políticos, sociales, estudiantiles, empresariales y gremiales del país, más de 800 personas se registraron en el evento, lo que demuestra el compromiso democrático de los venezolanos con el país.
