La OPEP y sus socios petroleros, entre ellos Rusia, dejaron de lado sus diferencias y acordaron este jueves seguir limitando su producción hasta finales de 2018, un pacto que ha dado sus frutos y ha logrado mantener al alza el precio del barril.
«Todos los países, de la OPEP y fuera de la OPEP hablaron juntos para prorrogar la limitación de la producción», dijo el ministro ruso del Petróleo, Alexander Novak.
Tras años inundando el mercado de oro negro -con el consiguiente hundimiento de precios- los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cerraron en 2016 un pacto para limitar la oferta, que incluía también a otros productores exteriores al cártel.
La renovación de este jueves dejó de lado las tensiones, especialmente importantes entre Arabia Saudita e Irán, pero también con Catar, aislado del resto de países del Golfo.
El limite de producción incluye a 24 países, liderados por Arabia Saudita y Rusia, dos de los tres mayores productores de petróleo del mundo. Nigeria y Libia, hasta ahora exentos de los recortes, sí los cumplirán a partir de ahora.
El acuerdo ya fue renovado una vez en mayo y su mantenimiento hasta diciembre de 2018 refleja la voluntad de seguir con una política que ha dado sus frutos, con un barril ahora alrededor de los 60 dólares frente a los 26 dólares a los que cayó en febrero de 2016.
El pacto, que será revisado en junio, sella además la proximidad de Rusia y Arabia Saudí de los últimos meses.
A pesar de sus dudas, los rusos aceptaron finalmente los nueve meses de prórroga que proponían los saudíes, en un intento de consolidar la influencia de Moscú en la región.
«Es como todas las buenas relaciones, a veces compartes opiniones, a veces discutes» dijo el ministro saudí de Energía, Jalid Al Falih, que compareció junto a su homólogo ruso en rueda de prensa.
El mercado reaccionó sin estusiasmo. El WTI estadounidense cerró con ganancia de 10 centavos a 57,40 dólares en Nueva York.
En Londres, el Brent del Mar del Norte ganó 46 centavos, a 63,57 dólares.
EEUU en el punto de mira
Los miembros de esta OPEP ampliada, conocida como ‘OPEP Plus’, buscan un equilibrio a veces complejo, a saber un precio del barril que sea suficientemente alto pero no demasiado, porque incitaría a Estados Unidos a aumentar su producción de crudo -algo que teme Rusia en particular- y podría a su vez hacer caer de nuevo los precios.
Gracias al auge de los yacimientos llamados no convencionales, la producción de petróleo estadounidense alcanzó en noviembre su máximo nivel desde 1983, cuando se empezaron a recoger datos.
En el trasfondo del acuerdo también está la voluntad del príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salmán, nuevo hombre fuerte de Arabia Saudí, de seguir llevando a cabo unas reformas que necesitan un precio del barril estable.
La reunión en Viena fue la primera del nuevo ministro del petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, que se felicitó de «un acuerdo de pleno entendimiento que debe llevar mayor estabilidad».
Sin embargo este general de la Guardia Nacional, que también ejerce como presidente de la estatal PDVSA, denunció un vasto «plan de sabotaje» contra el sector del petróleo en Venezuela.
Poco después de estas declaraciones, la fiscalía venezolana anunció en Caracas el arresto del expresidente de PDVSA y del exministro de Petróleo, dos importantes figuras del chavismo.
El presidente Nicolás Maduro ha encargado a Quevedo la ardua tarea de aumentar la producción, que en octubre pasado 1,94 millones de barriles diarios, 160.000 menos que el mismo mes del año anterior.