Tenía tres días sin ver a su hijo porque él llevaba tres noches seguidas durmiendo con unos compañeros en la zona donde se crió (y murió). Este miércoles tuvo que ver el cadáver de su muchacho que yacía sobre una acera del sector Brisas de El Roble, en Tamaca, al norte de Barquisimeto.
Se trata de un adolescente de 17 años de edad, quien fue asesinado de un disparo en la cabeza en horas de la madrugada del miércoles.
“En estos casos nadie sabe nada, nadie vio nada, nadie dice nada”, declaró con resentimiento sobre lo ocurrido la madre del occiso, Lismary Sánchez.
Sánchez cree que el móvil del crimen fue el robo, porque el asesino se habría llevado un bolso que cargaba el joven a cuestas.
Sin embargo, en la zona se rumoraba que el homicidio pudo estar relacionado a que el difunto consumía estupefacientes.
“Hace tres días me llegó a la escuela para pedirme pasaje pero el teléfono se me dañó y no me pude comunicar más con él”, dijo Sánchez, quien es profesora de la Escuela José Atanasio Girardot de El Cují.
El adolescente era el segundo de cuatro hermanos y había abandonado los estudios en 4to grado. La familia reside en el sector Rómulo Betancourt de El Cují y se enteró cuando una vecina de El Roble llamó al hermano mayor del muchacho.
“¿Justicia? Será la divina”, sentenció la progenitora al asegurar que su hijo no había tenido problemas con las autoridades.