Al hacer el ejercicio de identificar una palabra con una imagen, nuestra primera impresión al escuchar “violencia contra la mujer” es imaginar a una persona con moretones, sin embargo, existe todo un abanico de signos que pasamos desapercibidos o a los cuales no les damos importancia porque se consideran algo natural.
Se trata de un tipo de violencia que aunque “invisible” puede causar severo impacto en la mujer, aún peor que el daño físico. Estas heridas se van acentuando poco a poco y pueden ser letales.
El abuso emocional de una mujer proviene en un gran porcentaje de “los hombres de su vida” ya sea pareja, exparejas, padre, hermano o cercanos.
La sicóloga social y defensora de los derechos de la mujer, Hisvet Fernández, explica que la mujer debe ser astuta y analizar cada situación de la cotidianidad para reconocer si está inmersa en un círculo de violencia “sutil” aunque admite que no es tarea sencilla, porque muchas de las conductas están socialmente aceptadas por la sociedad.
La cualidad patriarcal o machista, la frialdad emocional, la indiferencia, los límites, celos desmedidos, el aislamiento, la represión, dominación, el autoritarismo, las imposiciones en la manera de hablar, de vestirse, entre muchos otros, son signos de violencia que, según indica la especialista, han sido víctimas todas las mujeres en algún momento de sus vidas.
-La violencia hacia las mujeres siempre se ha reducido a que el hombre golpea a su pareja, pero este fenómeno es mucho más potente, es un fenómeno universal que se da en todas las culturas y que se siembra en las personas desde que nacen, porque la misma sociedad le inculca al hombre que es el jefe, la autoridad y el centro de todo y que la mujer debe ser sumisa, dulce y nació para servir.
Indica la especialista que cuando una mujer no cumple con esas cualidades y se muestra tal y como es, la catalogan de “cuaima”, psicópata, neurótica, histérica y bruja, pero cuando el hombre demuestra autoridad y la ejerce “suave” o brutalmente, la sociedad lo acepta.
Fernández dice que la sociedad marca la subjetividad de los géneros, porque necesita que la mujer asuma gratis el trabajo doméstico y de cuidado hacia los hombres, por eso son vulnerables a caer en el círculo vicioso de la violencia y puede permanecer años y ni siquiera percibirlo.
-El hombre que impide el desarrollo pleno de la personalidad de una mujer, la está maltratando. Son cosas tan inadvertidas como impedir que la mujer le diga “mi amor” a otra persona, revisarle el celular, no dejarla ver a ciertas amistades, impedir el acercamiento a sus padres, decirle que no se ponga una blusa con escote… todas son formas de violencia.
El caso de parejas es complejo pues la sicóloga dice que aunque exista amor, si el hombre no trabaja en cambiar sus conductas, irremediablemente conviene una separación, porque de lo contrario la carga de la mujer tarde o temprano será muy pesada y pudiera matarla.
La solución de la violencia contra la mujer no está sólo dentro del ámbito privado o familiar, sino que el Estado es corresponsable, indica Fernández, porque “las mujeres tienen el derecho humano a vivir libres de violencia, en cualquiera de sus formas”.
El Estado entonces debe intervenir previniendo la violencia, sancionando la violencia y erradicándola. Pero actualmente en el país y en todo el mundo, se está muy lejos de ese objetivo.
-Tú ves los comerciales de televisión y todas las mujeres son resaltadas como objeto sexual o madres que bailan cuando pasan la escoba y se sienten felices de hacerlo, ¿quién en la vida real ve mariposas y arcoíris cuando está fregando el piso?
Explica que son estereotipos que no deberían existir porque alimentan esas conductas patriarcales en los hombres y esa creencia de que las mujeres sólo nacieron para eso; esas son las cosas que impiden que la mujer se desarrolle.
Eliminar estos estereotipos de género es posible, en Suiza por ejemplo, en una cadena de preescolares los niños y niñas se visten igual, usan los mismos colores y juegan con los mismos juegos, desde donde se forman personas con criterios de igualdad.
-Hay una estructura social, política y económica que está dañando la vida del 52% de la población, que las está haciendo infelices y que están muriéndose por eso, irremediablemente el Estado tiene que asumir responsabilidad y actuar.
A nivel legislativo en Venezuela hay una ley lograda recientemente que en teoría protege a la mujer, pero según Fernández, hay que hacer énfasis en la práctica.
-La única pena que contempla la ley es el asesinato de la mujer, que antes era menos culpable el que asesinaba a una mujer que el que asesinaba a un hombre. Pero de resto, no se ejerce como debe ser.
Indica que hace falta ejecutar políticas públicas para su prevención, con un presupuesto acorde, y visibilizar este tema.
-Quienes trabajamos en defender los derechos de las mujeres, ofreciéndole también apoyo social y jurídico, lo hacemos con las uñas, porque es un trabajo gratuito.
16 días de activismo
Para conmemorar el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, que se celebra hoy 25 de noviembre a nivel mundial, se realizará una campaña hasta el próximo 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos.
Ciertos monumentos públicos se alumbrarán de color naranja (color que representa esta lucha). En Caracas será el encendido del Obelisco de la plaza Altamira.
En Barquisimeto, los estudiantes de la UCLA pintarán un mural público para visibilizar este fenómeno y en el salón de extensión de la universidad expondrán un corto español titulado “El Orden de las Cosas” que trata sobre la violencia contra la mujer.
Igualmente la asociación sin fines de lucro Alaplaf, realizará charlas todos los días a quienes acudan a su institución.
