Luego de cuatro décadas contribuyendo al país con la generación de peces para la comercialización e incluso exportación de los mismos, la Estación de Piscicultura de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA) continúa trabajando y con ganas de seguir brindando beneficios a la población.
Los 40 años de este importante lugar fueron celebrados con un Simposio Nacional de Gerencia Agrícola, cuyo tema principal fue “La Piscicultura en Venezuela: realidad y perspectivas”.
Germán Poleo, quien forma parte del personal humano que hace vida en la estación, narró los logros que se han obtenido, destacando los diversos trabajos de investigación que incluso han sido punto de partida en países como Brasil, pero que lamentablemente en Venezuela no se han podido desarrollar.
Asimismo fueron pioneros en la producción de bagres de la Cuenca del Orinoco, generadores de un sistema intensivo de producción y precursores en el tema de fisiología reproductiva de peces autóctonos; todo esto lo han realizado en gran parte con autofinanciamiento debido a que la ayuda de parte de organismos gubernamentales se ha dado solo en algunos proyectos en específico.
Poleo destacó la importancia de la actividad de piscicultura a nivel mundial, debido a que es el sector que más crece. “Se tiene entre 7% y 8% de crecimiento al año, hay que recordar que la Tierra es agua en su mayoría, por eso hay que aprovecharlo”.
La estación está en capacidad de producir entre 300 mil y 500 mil alevines (cría de peces), lo que se traduce a al menos 500 mil toneladas de pescado anualmente, una cifra que debe ser considerada por el Gobierno nacional como parte de las propuestas a la hora de enfrentar las dificultades a nivel alimentario.
Por su parte el decano de agronomía, Nerio Naranjo, detalló que la actividad no solo fue para celebrar el 40 aniversario de la estación, sino que además cumple con el lineamiento emanado por la ONU al decretar el siglo XXI para la lucha contra el hambre y la pobreza; con la FAO que declaró a la piscicultura como el alimento del futuro con el que se podrá resolver la hambruna y por último, como la prioridad nacional de seguridad y soberanía alimentaria para dar respuesta al hambre.
Naranjo destacó la importancia de la piscicultura como actividad que permita alimentar a las comunidades rurales, pero también para producir a una escala mayor, que permita surtir no solo a Venezuela, sino que incluso logren ser material de exportación, algo que se ha logrado anteriormente.
De tal manera, consideró que es necesario trabajar de manera mancomunada y contar con una política integral que realice lineamientos con los cuales puedan regirse; como lo podría ser un programa nacional de exportación de Tilapia durante la próxima década.
