Reflexiones en Positivo – Es y debe ser nuestro deber

Invito a todos los venezolanos a realizar nuestro trabajo cada día con más ánimo y amor.
El amor es una fuerza increíble a favor del bien y ¿qué venezolano o habitante de este país que sea de buenos sentimientos podría estar fuera de este contexto?.
Sabemos que éste o cualquier otro temporal o tsunami cuando hace erupción nos afecta a todos, hasta a los que se sienten privilegiados temporalmente.
Los que conocemos a fondo la idiosincrasia del venezolano no debemos dudar que en el fondo a la hora de la verdad nos deseamos el bien unos a otros, haciendo honor a un decir indio que dice “jamás han visto en el bosque unos árboles dándose ramalazos uno al otro”.
Por ello no descansemos en enviar mensajes conciliadores donde podamos lograr el bien para todos sin exclusión, roguémosle al Señor que los malos aconsejados consigan el camino de la armonía. El país es de todos y juntos debemos luchar para salir de la crisis y volver a mostrar orgullosamente al mundo que los venezolanos tenemos capacidad y espíritu de hacedores, jamás de destructores.
Me encantan los términos orgullo, amor y devoción a la excelencia, porque es parte de la tarea más apremiante que debemos conquistar en nuestra patria, para que regrese muy pronto el señorío de nuestro gentilicio y no le sigamos haciendo honor a lo dicho por nuestro recordado Cotepa Delgado cuando dijo que «estamos en tiempo de desprecio”. Lo dijo hace unas cuantas décadas cuando estábamos solventes y con buena producción, cómo será hoy en día, cuando quienes deberían estimular la producción en general sobre todo al sector agropecuario, la industria, el comercio, la exportación e importación, en vez de apoyar la creatividad, la iniciativa privada como el mejor aliado como parte de la solución, invierten su tiempo en poner trabas y todo tipo de obstáculos y un dime que te diré; por ello mis votos para que cesen las rencillas, que se produzca una buena alianza estratégica en la que el único ganador sea el país y por supuesto ambas partes se respeten los espacios; cada quien a lo suyo demostrando que lo sabe hacer y no seamos instrumentos de perturbación que no hacen ni dejan hacer. No tengo duda en el fondo que en el país todos lo deseamos, a quién no le va a gustar la prosperidad, quién no va a querer tener sus compromisos básicos cubiertos y disfrutar de su trabajo honesto, sonriente y con la carita feliz, frenar la avaricia, andar tranquilo con su barriguita llena junto a su familia, no andar con cara de amargura como si anduviese perdonando vida.
Los sueños son el reflejo del alma, por ello los invito a soñar ahora en nuestro país aún virgen, por desarrollar. Soñemos en positivo, no como esa negra y oscura pesadilla de que aquí se acabó todo; no señor: en el mundo no hay país como el nuestro, debemos desearnos el bien, no hay razón para pensar lo contrario.
Este temporal es pasajero, unidos debemos conseguir el éxito, pongámoslo como punto de honor y que se grabe en nuestra mente. Pongamos todos de nuestra parte, aportemos hasta donde nos duela, trabajar hasta el cansancio en busca de la unión, la paz, y la prosperidad, que no se quede nadie por fuera, que la prosperidad abarque a todos y podamos vivir dignamente, borrón y cuenta nueva, nada de revanchismo, rencores y venganza; todos a la carga con un solo objetivo, que Dios bendiga estos sueños y perdone a los que nos metieron en esta pesadilla de hoy, bienvenidos como hermanos.
También me gusta mucho la frase que leí: “No hay nada como un poco de disciplina para que la vida sea grande y bella”. Esa es otra tarea que debemos asumir como buenos ciudadanos, rescatar la disciplina, combatir el ventajismo, luchar contra los taimados con comportamientos ejemplares donde ellos no tengan espacios de ejercer sus fechorías. Juntos lo lograremos, voluntad y fe es lo que nos sobra, sobre todo hoy cuando hasta los que se sienten verdugos también su consciencia les hace cosquillita y deben sufrir peor que los indefensos, No olvidemos que “el cielo ayuda a quien se ayuda así mismo”.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.