Un recién nacido falleció este martes por la noche en el Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga. El bebé llegó al mundo el miércoles en el Seguro Social Pastor Oropeza, donde ni a la madre ni al neonato ofrecieron la atención idónea dada la emergencia del caso, según lo denunció la familia a EL IMPULSO.
Por no tener un quirófano disponible en la Maternidad de La Carucieña no atendieron a María Abreu el miércoles. Llevaba un informe médico donde decía que le debían hacer una cesárea urgente porque ya tenía la gestación completa y había perdido el líquido amniótico. La remitieron al Seguro Social Pastor Oropeza. Llegó a ese centro asistencial a las 11 de la mañana y la introdujeron en el quirófano casi 12 horas después, detalló la tía del bebé, Elizabeth Abreu.
Después del nacimiento la mamá notó que su hijo tenía manchas en el cuerpo, lloraba en demasía y temblaba. El médico que la asistió en el parto respondió que probablemente el bebé había defecado dentro de la barriga y que el temblor era normal. Pese a esta posibilidad, acusó la tía, al recién nacido no le aspiraron las vías respiratorias ni lo limpiaron. A madre e hijo los dieron de alta el viernes. “Al bebé no le hicieron ningún examen de sangre, ni de heces, ni siquiera lo aspiraron cuando nació. Ni siquiera un pediatra lo revisó porque si lo hubiese hecho se da cuenta de que había defecado y lo hubiese aspirado inmediatamente”.
El temblor ni el llanto cesó durante el fin de semana, razón por la cual la madre decidió llevarlo al Pediátrico. Allí, le diagnosticaron convulsiones y sepsis natal. Mientras estuvo recluido le drenaron un pulmón y le hicieron una traqueotomía. Mientras la familia conseguía el medicamento para las convulsiones, le dio un paro respiratorio y lo reanimaron dos veces. El organismo no resistió y falleció el martes a las 07 de la noche.
La madre aseguró que durante el embarazo mantuvo el control médico sin falta en el centro asistencial de La Carucieña y nunca le advirtieron que el bebé tuviera un daño neurológico. “Eso fue un embarazo controlado, tiene todos sus ecos. Eso fue negligencia médica del Seguro”, afianzó la tía.