Luego del desastre electoral del 15 de octubre, lo menos que esperamos los venezolanos es una explicación creíble sobre lo ocurrido y las consecuencias que ello trae sobre el devenir político y económico de la nación. Aquí no se trata de señalar responsables o culpables, sino de asumir responsabilidades. Nuestra dirigencia se exime y se desmarca de lo ocurrido y se proclaman triunfadores en solitario sobre los escombros de la unidad. Son muy pequeños frente a la crisis que afrontan como para poder entenderlo. Celebran encerrados en sus diminutos claustros la derrota del adversario interno. Mezquinos en sus sueños de gloria y poder. Incapaces de reunirse para hacer los respectivos análisis y se auto proclaman ganadores porque se alzaron con 4 preseas. Pírrico “triunfo”, o concesión, por decir lo menos. No nos dicen la verdad y lo peor, demuestran torpeza en el manejo de toda esta situación. Ahora tenemos dos fracciones parlamentarias: la radical y la light. Ambas con los mismos rostros que nos han llevado de frustración en frustración por 19 años. Mientras tanto, los venezolanos deambulan por las calles en busca de migajas que les permitan comer aunque sea una vez al día. Lo peor, siguen imponiendo sus criterios por sobre la obligante y necesaria rectificación…
Esta semana que acaba de concluir, nos llamó poderosamente la atención el anuncio de un relanzamiento de la unidad por parte de uno de los jerarcas de un partido de oposición. Lo curioso de todo esto, es que los personajes que nos dicen que van a relanzar la unidad son los mismos que la han relanzado durante 19 años.Los años pasan y las cosas empeoran. Acabar con las colas ya no es la prioridad del gobierno. Es mejorar el sistema de colas para consolidarla. Terminar de acostumbrarnos a esto. En ese sentido, entra en juego otro factor muy importante que debemos analizar. El factor ciudadano que se ha desnaturalizado. Dejamos de ejercer ciudadanía para dejarnos arrastrar a condiciones primitivas. Las necesidades creadas nos han despojado de la dignidad. Hacemos cola para comprar papel toilette para limpiarnos… pero no hacemos cola para ejercer ciudadanía con el voto popular. Nos vengamos de nosotros mismos dejando que nuestros candidatos pierdan. Nuestra miseria pudo más que el sentido de grandeza que debe animar estas luchas. No terminamos de entender que el voto masivo neutraliza todo intento de fraude o escamoteo…
Se conjugan aspectos muy complejos que dejan al descubierto revanchismos políticos y sociales que no han sido superados. Elevar nuestra conciencia ciudadana por sobre las miserias de nuestra dirigencia se hace obligante en momentos como este. Este país de todos lo vamos a construir entre todos. Perdonarnos para poder avanzar sobre un nuevo horizonte que debe nacer desde las entrañas de esta crisis sin precedentes. Se hace obligante la rectificación de nuestra fracasada dirigencia opositora…
Mis comentarios:
-Esta dirigencia opositora es tan precaria, que luego de los fracasos del revocatorio, las protestas de calle y las regionales, en lugar de renunciar a sus cargos directivos en sus respectivos partidos, se dividen y forman dos fracciones parlamentarias…
-¿Si somos incapaces de entendernos en los factores democráticos cómo podemos entendernos con el gobierno en función de los grandes desafíos de esta crisis?…
Comerán del fruto de su conducta, de sus propios consejos se hartarán… (Proverbios, 1:31)