Maduro: No estoy complacido con el gobierno que dirijo

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Jordi Évole, periodista catalán de 43 años de edad, luego de 30 horas de larga espera, finalmente pudo entrevistar personalmente a Nicolás Maduro, durante 1 hora y 45 minutos, con los ojos de Hugo Chávez observando desde la pared más cercana en el Palacio de Miraflores, en Caracas.

El contenido de este encuentro se convirtió en un producto para el programa Salvados, que Évole presenta desde 2008 en la cadena de televisión de La Sexta, en España, en el que se critica y denuncia numerosos temas de actualidad nacional e internacional.

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He aquí parte de lo más relevante de la entrevista.

Drama de medicinas y comida

Jordi: Presidente llevo cinco días en Caracas y hemos pasado por las calles y hemos visto a muchos venezolanos que la están pasando francamente mal, ¿Usted es consciente de esa situación?

Presidente: Claro, somos conscientes de los que la pasan mal y los que la pasan bien. También somos consciente que hemos hecho un gran esfuerzo histórico en estos 18 años, a pesar de la caída de los ingresos petroleros, a pesar de la guerra económica, a pesar del acoso financiera mundial. La persecución financiera que ha decretado el gobierno de los Estados Unidos, Venezuela mantiene uno de los más altos índices de inversiones en lo social.

Jordi: Hemos visto que entre esas ayudas sociales de las que usted habla está una bolsa de comida CLAP que mensual a los venezolanos, pero mucha gente me ha dicho que no les alcanza para comer durante todo el mes, entonces tienen que salir al supermercado donde se encuentran precios exhorbitantes. Yo no sé si usted sabe cuánto cuesta una docena de huevos?

Presidente: Depende en la semana que lo vayas a comprar en el supermercado.

Jordi: Esta semana una docena de huevos estaba a 20 mil bolívares, un 5% del sueldo de un venezolano, un kilo de azúcar a casi 30 mil bolívares, un 9% del sueldo de un venezolano, y un paquete de pañales a 120 mil bolívares.

Presidente: Correcto. Lo que sí te puedo decir es que Venezuela ha sido sometida durante los últimos cuatro años a una de las modalidades más bestiales de la guerra económica que es la imposición de un sistema de cambio ilegal, dominado desde Miami, que fija el precio de la moneda venezolana y a partir de ello funciona un sistema con los sectores de la burguesía y con los sectores especulativos que van fijando el precio de los productos, inclusive, que no tienen ningún componente importado que tuviera algún tipo de impacto.

Jordi: Con eso que le escucho quiere decir que el problema de comprar un paquete de pañales viene impuesto desde afuera?

Presidente: Es un modelo de guerra económica para rendir a un pueblo, para quebrar el esfuerzo de construcción de una economía integrada, es un modelo para desesperar los comités locales de los que tu hablaste, los CLAP, Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Son algo más que una bolsa, atienden seis millones de familias, Jordi, y han tenido los primeros niveles de atención de abastecer a las familias con elementos básicos de la canasta que ha sido sometida a la especulación. Nosotros les llevamos veinticuatro productos a seis millones de familias.

Jordi: Yo no sé lo que pasa por su cabeza cuando alguien tiene que comprar un paquete de pañales con esta plata (le muestra un fajo de billetes).

Presidente: Me da indignación, me da mucha rabia. Comparto el dolor y la indignación del pueblo. Pero transformo eso en una respuesta estructural a la guerra económica para que el pueblo se empodere, pase de los procesos de abastecimientos fundamentales de atención a seis millones de familias a procesos productivos, y que podamos generar una economía local, regional y nacional que con capacidad productiva supere la dependencia del rentismo petrolero que tuvimos durante cien años, superar los mecanismos especulativos de la guerra económica interna y, además, pueda encarar para los años futuro una una economía con un nuevo sistema de distribución y de fijación de precios.

El rentismo petrolero en revolución

Jordi: Ha dependido demasiado Venezuela del petróleo?

Presidente: Total. Cien años, mira…

Jordi: Qué ha pasado, han abandonado el campo, la industria?

Presidente: Se impuso un modelo que nosotros llamamos capitalismo rentista petrolero, que no dependía de producir de una industria, de sacar la plusvalía del esfuerzo, digamos, productivo, sino que dependía de una renta, abrir un chorro de petróleo, el petróleo se vendía y la renta entraba. Y el país se convirtió en una economía parasitaria.

Jordi: ¿Y la revolución no ha sido capaz de acabar con eso?

Presidente: Los tiempos económicos para transformaciones no son tan rápidos como los tiempos políticos o sociales.

Jordi: Pero lleva 18 años la revolución en macha.

Presidente: Cuando la revolución comenzaba a levantar el esfuerzo económico, tuvimos la caída más abrupta del ingreso petrolero. Pero así y todo hemos logrado posicionar un conjunto de motores que van a ser los factores que van a garantizar la Venezuela futuro en lo económico.

Jordi: Pero eso no pasa todavía y se sigue dependiendo del petróleo.

Presidente: Todavía seguimos dependiendo del petróleo. Yo he dicho, Yordi, que el 2017 es el primer año de una larga era de construcción de un sistema económico productivo no dependiente del petróleo.

Jordi: A ver si es verdad. Dentro de diez años vengo a entrevistarlo nuevamente a ver si en una década ha cambiado ese modelo productivo.
Presidente: Vamos a hacer un acuerdo, ven todos los años en la misma fecha.
Jordi: Yo encantado, ya se lo digo que sí.
Presidente: (risas).

Vulnerabilidad alimenticia

Jordi: Pero esa revolución ha llevado al país a que usted mismo hable de que hay sectores de la población venezolana, en palabras textuales suyas, con vulnerabilidad alimenticia.
Presidente: Correcto.

Jordi: Hay gente en Venezuela que está pasando hambre.

Presidente: Hay gente en Venezuela que desde hace tiempo está siendo atendida mediante un sistema de protección social.

Jordi: Y ni siquiera con eso están bien alimentados porque, incluso, datos de Cáritas Venezuela, dicen que hay porcentajes muy elevados en el país que pueden llegar a 54% de personas que sufren desnutrición.

Presidente: Habría que buscar datos de organismos confiables del mundo.

ritas me parece un organismo bastante confiable.

Presidente: Puede ser en España. Quizás. No sé si en España Cáritas sea confiable. En todo caso, todo lo vinculado a la iglesia católica en Venezuela está contaminado, envenenado, de visión contrarevolucionaria. Hay una conspiración permanente.

Jordi: Bueno, entonces me refiero únicamente a sus palabras, vulnerabilidad alimenticia.
Presidente: Claro que sí, porque hay que reconocer la realidad. Si tú te metes en los barrios pobres de Madrid, en los barrios pobres de Zaragoza, conseguirás gente sin viviendas, conseguirás varias familias viviendo amontonadas… De Venezuela tratan de crear una hipersensibilidad de sus y los estamos enfrentando con un modelo revolucionario. Ahora porqué la hipersensibilidad con algunos temas de Venezuela y no existe la hipersensibilidad de los medios de comunicación del mundo, en este caso en España de los mismos problemas que están viendo.

Sin fórmulas para enfermedades

Jordi: Hay también mucha gente que nos ha dicho tengo problemas para acceder a medicamentos básicos para sobrevivir (le coloca varios testimonios grabados).

Presidente: Los medicamentos venezolanos los consigues en Cali, Puerto Rico, Bogotá. Ha habido un proceso de extracción brutal de los medicamentos producidos en Venezuela y los importados por Venezuela.

Jordi: ¿Quién se los lleva?

Presidente: Se los llevan las mafias por la calidad de medicamentos venezolano y el costo tan barato. Estas son las víctimas de una guerra económica que tienen que ser atendida por un gobierno revolucionario que no va a dejar que el pueblo padezca estas situaciones y que por esto se pierda lo más hermoso y preciado que tenemos que es nuestra patria.

Jordi: Pero este señor sigue sin su broncodilatador (refiriéndose a uno de los testimonios grabados)

Presidente: Bueno si lo puede atender personalmente lo hago.

Jordi: No se trata de que usted lo atienda personalmente. Se trata de la construcción del país dotado de elementos suficientes para que este señor no tenga que recurrir a ayudas.

Presidente: Ese es el relato que quieren instalar en Venezuela de que no funciona el sistema.

Jordi: Ese es el relato que nos hace este señor que vive en Caracas (paciente).

Presidente: Correcto, y yo lo entiendo, yo no estoy diciendo que vive en Marte.

Jordi: Y ese seño se manifestaba chavista.

Presidente: Y seguirá siendo chavista porque a nuestros pueblo no lo van a quebrar (…), una de las cosas más importante, Jordi, que quizás en España no se entienda del todo, es como un pueblo sometido a esas condiciones no se ha rendido.

Soy muy autocrítico

Jordi: Le tengo que decir que he hablado con muchos venezolanos quienes a pesar de no estar contentos con usted ni con su gobierno me dijeron nunca votarían por la oposición.

Presidente: Porque nosotros hablamos con el corazón y con la verdad. Y encaramos los problemas cuando hay que encararlos.

Jordi: Pero a esas personas no les vi tan complacidos con ustedes.

Presidente: Está bien, yo tampoco estoy complacido. Ni conmigo mismo estoy complacido. Ni estoy complacido con el gobierno que dirijo. Yo soy muy autocrítico.

Jordi: ¿Cuál es la principal autocrítica que usted se hace?

Presidente: Que no hayamos terminado de encarar a los especuladores, a los bachaqueros, a los bandidos, que no hayamos terminado de controlar con las leyes que están establecidas el ataque de los precios, esa es la principal autocrítica que yo me hago.

La corrupción toca a Venezuela

Jordi: En el ranking de percepción de corrupción que hace la Organización de Transparencia Internacional Venezuela ocupa el puesto 166 de 176 países. ¿Por qué cree que los venezolanos tienen la sensación de que su administración es corrupta?

Presidente: Primero has citado a una organización inhabilitada y financiada por el Departamento de Estado. Forma parte de una organización internacional que tratan de presentarse como una ONG de la sociedad civil. Lo que sí sé es que el tema de la corrupción es muy serio.

Jordi: ¿Hay demasiada corrupción en Venezuela?

Presidente: Yo creo que ha habido con todos estos años de guerra económica un aflojamiento de los resortes éticos y morales de mucha gente que tiene y ha tenido responsabilidades en posiciones de poder en Venezuela, desde ministros.

Jordi: ¿Son de su confianza?

Presidente: En un momento dado fueron de mi confianza, algunos, otros ni los he conocido y han tenido responsabilidades. Nosotros decimos que la corrupción es traición a los postulados de nuestra revolución, del socialismo, a la confianza pública.

Jordi: ¿A usted lo han tentado los corruptos?

Presidente: No. Imposible. Aquí decimos chivo sabe a quien mea. Los corruptos, los bandidos saben que no pueden tocar la puerta de Nicolás Maduro porque aquí encontrarían inmediatamente un hacha draconiana pa’ cortarles la cabeza.

Jordi: ¿Se considera un dictador? Yo le escuché a usted decir esto, que estaba dispuesto a hacer o llegar hasta aquí.. (Le coloca en una laptop un audio en el que el propio presidente señala: ‘Por las buenas lo quiero hacer, pero si tengo que hacerlo por las malas y convertirme en un dictador para garantizarle los precios al pueblo lo voy a hacer por las malas, que lo sepan, y ustedes saben que yo no hablo por hablar’).

Presidente: Ese es un dilema permanente.

Jordi: ¿Cuál?

Presidente: El dilema de si logramos el consenso para que se respeten las leyes del país, al pueblo venezolano en el campo de la economía, o habrá que asumir poderes extraordinarios, habrá que llevar a la cárcel a centenares de personas responsables de ese tipo de prácticas especulativas. Ese es un dilema permanente en el marco de la Constitución. Cuando tu presentas este video, presentas al Nicolás Maduro combatiente, pero democrático, que creo en el diálogo, en la palabra.

Jordi: Pero ahí dice (video), si me tengo que convertir en un dictador, me convierto.
Presidente: En ese campo. En el marco de que se respeten los precios al pueblo, al acceso a los bienes económicos del pueblo.

Jordi: Entiendo que cuando usted dice esto no se considera un dictador, a pesar que en muchos lugares del mundo hay tendencias que dicen que Venezuela es una dictadura.
Presidente: Maduro, el Stalin del Caribe (ironizó).

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