El legendario grupo de hard rock AC/DC perdió este sábado uno de sus fundadores, el guitarrista Malcolm Young, que dejó huérfanos a millones de seguidores y una formación varias veces diezmada por la salida de sus miembros.
Enfermo de demencia desde hacía varios años, tuvo que retirarse en 2014 antes de la salida del álbum «Rock or Bust».
Menos mediático que su hermano Angus, conocido por sus apariciones en el escenario en atuendo escolar, era la «fuerza motora» de AC/DC, «a fuerza de entrega y de pasión», afirmó su hermano menor, que anunció el fallecimiento en la cuenta de Facebook del grupo.
«Como guitarrista, compositor y visionario, era un perfeccionista y un ser único […] Su lealtad hacia los seguidores era inigualable», escribió.
«Como hermano, me es difícil poner en palabras lo que significó para mí durante mi vida, el vínculo que teníamos era único», agregó. «Deja tras sí un inmenso legado que vivirá siempre».
Malcolm Young murió rodeado de sus familiares, unas semanas después del deceso de otro de sus hermanos, George, músico en los Easybeats y considerado como el mentor de AC/DC.
Nacido el 6 de enero de 1953 en Glasgow, era el sexto de los nueve hijos de una familia escocesa emigrada a Sídney.
Tras una adolescencia al son de Jerry Lee Lewis, Little Richard y Chuck Berry, a los veinte años decidió formar un grupo y captó a su hermano Angus, que a sus 14 años ya tenía una personalidad explosiva y un dominio de los riffs de guitarra.
Decidieron llamarse «AC/DC», como la corriente alternativa/corriente continua (pero que en argot estadounidense, también designa a las personas bisexuales) y ofrecieron su primer concierto a finales de 1973.
Rico en decibelios
El escenario se convirtió en su terreno de juego y las giras maratonianas, en su día a día.
«No nos tomamos demasiado en serio, si bien somos un gran grupo escénico. Nuestro éxito está más ligado a nuestros conciertos que a nuestros discos», consideraba Malcolm Young al diario Le Monde en 2000.
Desde sus comienzos, la banda ha vendido más de 200 millones de álbumes y compuesto clásicos coreados en los estadios de todo el mundo como «Highway to Hell», «Let There Be Rock» y «Back in Black».
Acostumbrados a espectáculos ricos en colores y en decibelios, sus seguidores nunca se cansaron de los solos de Angus Young, de la estridente voz del cantante Brian Johnson, al micrófono desde 1980, ni tampoco de la atronadora batería ni de los cañonazos.
Sin embargo, AC/DC ha tenido que levantarse varias veces: en 1980, tras la muerte de su primer cantante, Bon Scott, que falleció ahogado por su propio vómito tras una noche de borrachera o, más recientemente, tras la expulsión del batería histórico, Phil Rudd, condenado en Nueva Zelanda por amenazas de muerte y posesión de estupefacientes.
El año pasado, fue la salida forzosa de Brian Johnson, obligado a dejar los escenarios para no quedarse sordo, lo que por poco compromete el futuro del legendario grupo.
El cantante de Guns N’Roses Axl Rose lo sustituyó de un día para otro para que la gira pudiera continuar.