El megaéxito «Despacito» arrasó el jueves en los Latin Grammy con cuatro galardones que incluyeron canción y grabación del año, en una ceremonia en la que Puerto Rico tuvo un papel protagónico. El premio al álbum del año fue para Rubén Blades por «Salsa Big Band», con Roberto Delgado & Orquesta.
«Qué privilegio que nuestro trabajo sea hacer canciones, comunicarnos a través de la música», dijo Fonsi al recibir el gramófono a la canción del año junto a su coautora Erika Ender, quien le dio las gracias por demostrar la «grandeza de que en el arte no se compite, se comparte».
Daddy Yankee, quien colaboró y rapea en el tema, no estuvo presente, pero Fonsi le agradeció momentos antes al aceptar el honor a la grabación del año. «Esto es un trabajo de equipo», dijo evidentemente emocionado, e invitó a sus productores a subir con él al escenario. «Esto es para Puerto Rico», dijo de su tierra, recientemente devastada por el huracán María, con la voz quebrada. «íQué viva Puerto Rico!».
«Despacito» también se llevó los premios a la mejor fusión/interpretación urbana por su remix con Justin Bieber, y a mejor video musical versión corta por su clip, que resalta el colorido y belleza de la isla, específicamente del ahora destruido barrio La Perla, y que es el más visto en la historia de YouTube con más de 4.300 millones de vistas desde su lanzamiento en enero.
Rubén Blades, visiblemente sorprendido por el anuncio de su Latin Grammy al álbum del año, señaló que «el éxito nunca es materia de una persona».
«Yo he tenido la suerte y si acaso el sentido común de trabajar con gente que sabe más que yo y que son mejores que yo», dijo el salsero panameño.
«Me da vergüenza porque reconozco el talento que está aquí y casualmente decía que me siento un poco mal cuando uno gana. Quizá el que pierde se siente peor, pero a veces cuando uno gana también se siente mal porque uno quiere que nadie pierda y aquí no hay perdedores».
Su producción también se impuso como mejor álbum de salsa.