Cuando eran aproximadamente las 3 de la tarde de ayer jueves, se escucharon por lo menos cinco disparos en los alrededores de la quebrada conocida como El Gato, en el barrio La Batalla, al oeste de Barquisimeto. Una media hora después uno de los vecinos se asomó y vio el cuerpo de un hombre boca arriba, inmóvil, en el medio de la quebrada seca.
Atendiendo al impulso de la curiosidad caminó hasta donde estaba el cadáver y vio que era uno de los habitantes del barrio, El Negro, como llamaban a Eduard Enmanuel Hernández Torrealba, de 22 años de edad.
El disparo más visible lo tenía en la cabeza. Quien lo asesinó se alejó de la quebrada, aparentemente, sin que nadie lo viera, pues los vecinos que se acercaron al sitio al enterarse del asesinato negaron haber visto a alguien salir de manera sospechosa de la quebrada El Gato.
Ayer en la mañana, Hernández salió a comprar cambures en un local informal cerca de la casa que compartía con su madre y hermanos en el sector La Lagunita del barrio La Batalla, donde creció. Volvió a la residencia al mediodía y le dijo a una de las hermanas que saldría nuevamente y no se demoraría. Antes de abandonar la casa le comentó a la hermana menor que tenía un presentimiento, sin embargo, lo ignoró y salió para no volver. En torno a las 4 de la tarde a la hermana le avisaron a la hermana que estaba muerto en una quebrada.
Hernández actualmente estaba desempleado, dijo un primo y añadió que este año se había alistado en el Ejército y cumplió ser- vicio en el Fuerte Manaure de Carora, municipio Torres, pero desistió y regresó al barrio La Batalla con su madre y tres hermanos. Deja huérfano a un niño.