Las sanciones acordadas por la Unión Europea contra el Gobierno venezolano son importantes, porque es difícil que se produzca una decisión de esa naturaleza en forma unánime en 28 países, que conforman esa organización, declaró el general de división (r) Fernando Ochoa Antich, exministro de Defensa y de Relaciones Exteriores, al ser entrevistado por EL IMPULSO.
Aunque no tiene relevancia en el aspecto del equipamiento militar, pero sí mora. Es grave en el financiero precisamente en los momentos de mayor dificultad económica cuando el régimen requiere de recursos para paliar la crisis económica y social que afecta a la inmensa mayoría de la población.
Nuestro entrevistado, quien también es profesional del Derecho, dijo que Venezuela desde el 2006 dejó de adquirir armamento occidental para hacerlo con los rusos y chinos.
Es de recordar que su flota de caza bombarderos F-16 adquirida durante la gestión de Luis Herrera Campins en 1983, una vez tomada la decisión del presidente estadounidense Ronald Reagan y aprobada por el Congreso de aquel país, comenzó a ser sustituida cuando el mandatario George Busch, padre, determinó que no se le suministrarían repuestos a esos aparatos, una vez que empezaron a aplicarse sanciones a funcionarios venezolanos.
Desde entonces los rusos se convirtieron en los proveedores de aviones Sukhoi, helicópteros, fusiles y otros aparejos de combate, mientras que los chinos han venido vendiendo todo lo relacionado con equipos antimotines, además de uniformes y materiales utilizados por los militares.
Considera el general Ochoa Antich que las sanciones europeas deben haber causado enorme preocupación a quienes se han llevado el dinero, bastante por cierto, para inversiones, depósitos y adquisición de bienes, ya que ahora corren riesgo de perderlo. Al principio lo hicieron en Estados Unidos, pero cuando comenzaron las sanciones, se enrumbaron a Europa.
Sin embargo, es importante destacar que las sanciones ocurren precisamente en momentos en que ya existe el default y el Gobierno no encuentra la forma de conseguir créditos porque no pueden ser legitimados por la Asamblea Nacional Constituyente, ya que ésta ha sido rechazada por la comunidad internacional, en su mayor parte; y, además, de ilegal, es inconstitucional.
Como todo crédito tiene que ser aprobado por la legítima Asamblea Nacional, Maduro se ve acorralado y tendrá que ofrecer un nuevo Consejo Nacional Electoral a la oposición, ya que se avecinan unas elecciones presidenciales con la desventaja de que ya no tiene qué ofrecer como ocurrió con las regionales.
Las conversaciones con los tenedores de bonos, el lunes, fue un fracaso y este resultado tiene una gran repercusión en el mundo financiero, ya que ahora se le hace más difícil al Ejecutivo Nacional tratar de conseguir nuevos créditos cuando está comprobada su incapacidad para poder cumplir con sus compromisos y los acreedores están exigiendo el pago de la deuda. El Gobierno ha venido recortando las importaciones para poder cubrir en parte sus obligaciones, sometiendo al grueso de la población a escasez y a una hiper-inflación que hace estragos.
