El Gobierno Nacional rechazó a través de un comunicado las sanciones impuestas por el Consejo de la Unión Europea contra Venezuela el pasado domingo.
Aseguran que estas acciones violan el derecho internacional y la no injerencia en los asuntos internos de los estados, establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
En la misiva, autoridades venezolanas critican que la UE se “subordine” a las acciones que ha llevado a cabo el gobierno estadounidense liderado por Donald Trump.
“El Consejo Europeo justifica sus acciones con argumentos calcados de los documentos sancionatorios que contra Venezuela y su pueblo que ha generado recientemente la administración Trump”, cita el comunicado.
Comunicado:
“La República Bolivariana de Venezuela repudia enérgicamente la decisión del Consejo de la Unión Europea al pretender imponer ilegales, absurdas e ineficaces sanciones contra el Pueblo de Venezuela. Violando descaradamente el Derecho Internacional, y los sagrados principios de respeto a la soberanía, la autodeterminación de los pueblos y la no injerencia en los asuntos internos de los estados, establecidos en la Carta de las Naciones Unidas, las instituciones europeas demuestran su lamentable y vergonzosa subordinación a los dictámenes del gobierno de los Estados Unidos. Siguiendo la agresiva línea de conducta de Washington, el Consejo Europeo justifica sus acciones con argumentos calcados de los documentos sancionatorios que contra Venezuela y su pueblo ha generado recientemente la administración Trump.
El Consejo Europeo pretende además convencer al mundo de un supuesto consenso entre sus Estados miembros para adoptar estas medidas hostiles, cuando la realidad es que las grandes economías europeas ejercieron notables presiones hacia el resto de los gobiernos del bloque y hacia las propias instituciones de la UE, dejando en evidencia las notables desigualdades y ausencia de democracia interna en la “unión”.
No es simple coincidencia que el Consejo de la Unión Europea adopte estas acciones ofensivas en vísperas de la reactivación de la Mesa de Diálogo Nacional, en República Dominicana, anunciada, tanto por el Ejecutivo Nacional, como por la oposición venezolana. Lejos de contribuir con la concordia y la paz en Venezuela, la Unión Europea ha aprobado decisiones hostiles que sólo procuran el fracaso del Diálogo Nacional y buscan favorecer a quienes han generado violencia política, muerte y destrucción, como mecanismos para acceder al poder por vías inconstitucionales. Vale recordar que con la elección democrática de la Asamblea Nacional Constituyente, Venezuela ha retornado a la paz política y social, se realizó recientemente y en absoluta paz la elección de Gobernadores de estado, y el próximo 10 de diciembre se realizarán las elecciones municipales, como parte del vigoroso cronograma electoral de la democracia venezolana.
Es de hacer notar que estas pretendidas sanciones no sólo agreden al Pueblo venezolano sino también al casi millón de europeos que escogieron nuestro país como su hogar y que han sufrido directamente los embates de la violencia política y económica generada por la oposición en meses pasados. La Unión Europea establece también un peligroso precedente en las relaciones con América Latina, arrogándose la autoridad para sancionar a un país soberano, sólo porque su modelo de democracia popular no calza en los moldes elitistas y corporativos de los regímenes europeos.
Los Pueblos del mundo y la Comunidad Internacional deben saber que la prioridad de Venezuela no son las armas ni equipos militares, y en lo absoluto esta ineficaz operación mediática y política que afecta nuestra seguridad interna. El objetivo del Gobierno Bolivariano es preservar la paz nacional por la vía del diálogo y la búsqueda del desarrollo con justicia social, superando los problemas actuales.
A diferencia de países que integran el bloque europeo, no buscamos desviar la atención de problemas, atacando a otras naciones. El Consejo Europeo debería impedir que, tal como se ha evidenciado en días recientes, el equipamiento de orden público sea utilizado en alguno de sus estados miembros, mediante la más inaudita represión policial, para evitar el sagrado derecho de decidir y a desarrollar procesos electorales en democracia y en paz.
La República Bolivariana de Venezuela reafirma su irrenunciable carácter independiente y soberano, y denuncia estos actos hostiles ante la Comunidad Internacional. Ninguna decisión de élites y burocracias europeas logrará quebrar la decisión soberana de nuestro pueblo de ser libre. El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela exige a la Unión Europea cesar en sus actuaciones inamistosas y desmarcarse de la agenda belicista e intervencionista del gobierno estadounidense que tanto daño ha hecho a nuestro país y al mundo. Reiteramos que el Pueblo venezolano, fiel a su herencia libertaria y defensor de su independencia, se mantendrá firme frente a cualquier ataque o amenaza y que el Gobierno Bolivariano de Venezuela se reserva la toma de decisiones en distintos ámbitos para garantizar la defensa de la paz y soberanía nacional”.