Venezuela es el centro de atención internacional en lo que corresponde al hemisferio occidental. El conflicto político interno manifestado por casi veinte años de polarización y ahora unos cuatro años de una acelerada agudización de la crisis económica nos colocan en un debate geopolítico y geoestratégico global. Pero aún hay más. El contraste ideológico desarrollado desde Venezuela ha servido para impactar la región en la política interna de cada país y para justificar posiciones políticas y movimientos sociales que buscan convertirse en alternativas de poder. Esta dinámica de enorme complejidad ha llevado a muchos analistas y agencias internacionales a tratar de interpretar lo más correctamente posible la situación venezolana para actuar en consecuencia. Ante esto, creo que es altamente necesario apoyarse en un intelectual de la filosofía política contemporánea de la talla de Norberto Bobbio para adentrarse con más certezas que incertidumbres en la política nacional. Bobbio escribía en 1992 un artículo denominado “izquierdas y derechas” donde señalaba: “Derecha e izquierda son simplemente dos palabras que sirven desde hace más de un siglo para designar a dos partes contrapuestas del universo político.” Esto porque se ha hecho demasiado común usar este formato de contraste ideológico para describir diferenciar procesos políticos pero realmente las explicaciones y respuestas a muchos hechos no pueden resultar de tan simple categorización. Sigue Bobbio explicitando “… hoy es más legítimo, y también más útil, plantearse el problema de «qué es la izquierda» que no repetir la pregunta sobre la que más frecuentemente se debate a la izquierda, qué es el socialismo”. La fenomenología del manejo del poder en Venezuela en estos últimos veinte años pasa por la profundización del conocimiento sobre la noción de socialismo que maneja el grupo político que controla el gobierno central para intentar comprender con más base científica cada una de las acciones desarrolladas (verbigracia operaciones electorales aplicadas antes y durante el 15-Oct-2017 que dejaron fuera de base no solo a la oposición política venezolana sino a las agencias diplomáticas de muchos países del orbe).
Sigue diciendo en su artículo escrito en 1992 Norberto Bobbio: “El hecho de preferir la igualdad a la diversidad es una opción moral que hunde sus propias raíces en situaciones históricas, familiares, culturales, de las que no es fácil ofrecer explicaciones persuasivas.” Este detalle aunque parezca nimio tiene una enorme importancia para el análisis político de la Venezuela actual porque establece los parámetros sobre los cuales se monta una narrativa que trata de alinear a los sectores sociales más vulnerables. Esta narrativa se ha intentado sembrar en el imaginario colectivo para producir réditos electorales a partir de reivindicaciones sociales históricas y además soportadas sobre el sentido utilitario de las políticas públicas. Enfatiza Bobbio este interesante dato, ignorado o escondido por algunos ideólogos de proyectos políticos particularísimos “Existen ideologías y prácticas autoritarias tanto en la derecha como en la izquierda. El principio de libertad contrapuesto al de autoridad sirve para caracterizar no tanto un proyecto político como el modo o los medios para llevarlo a la práctica.” Y además “la contraposición entre libertarios y autoritarios ya no sirve para distinguir a la izquierda de la derecha sino en el ámbito tanto de la derecha como de la izquierda; el ala moderada, de la extremista; la izquierda democrática y la derecha democrática, de la izquierda revolucionaria y de la derecha montaraz.” Vale decir que es importante cuestionar el enfoque que muchos intelectuales de izquierda le han dado al proceso bolivariano desarrollado en Venezuela. La “solidaridad automática” ha sido un comportamiento habitual porque se alinea con la geopolítica continental desde la izquierda global sin conocer o detallar las particularidades o desviaciones propias de esquemas autoritarios al margen ideológico. Este detalle ha causado enorme impacto político en las posiciones que muchos gobiernos de la región han tomado en variadas oportunidades sobre el caso venezolano. En consecuencia, se está presentando una calificación simplista desde la óptica de las nociones de izquierda o derecha, en el caso más emblemático correspondiente al nuestro país. Bobbio dice que después de la segunda guerra mundial todas las derechas se asocian al Fascismo mientras que las izquierdas se han asociado al comunismo soviético. Con esto, la confusión genera muchos errores en los cálculos políticos y electorales. Las particularidades de Venezuela son complejas y el enfoque de Bobbio nos puede ayudar muchísimo…