La tranquilidad de la mañana fue interrumpida por el sonido de más de diez detonaciones en la calle 5 con carrera 1 de Santa Isabel, zona Oeste de Barquisimeto.
Seguidamente, los residentes de la zona observaron cómo una mujer de contextura media, pelo negro largo y morena, con un suéter negro, corrió hacia la avenida Florencio Jiménez y lograba montarse en un taxi, mientras otro hombre blanco, bajo, delgado y quien llevaba puesta una franela blanca, lo hacía para la carrera 1. Pero su compañero, que empuñaba un revólver calibre 38, se enfrentaba a otro sujeto armado, que logró herirlo, y tras tambalear herido cayó abatido al pavimento y quedó boca abajo en medio de la calle.
Todo comenzó a eso de las 8:00 de la mañana. Un hombre que iba en un Toyota Corolla blanco llegó a Santa Isabel. Algunas personas cuentan que primero pasó un motorizado solo y observó al hombre. Éste se bajó y seguido de ello se observó que de la esquina venían caminando dos sujetos y una mujer.
El conductor del vehículo se fue hacia la maletera del carro, que tenía abierta y sintió que iban hacia él.
Uno de los hombres que llevaba una franela amarilla con azul sacó un arma de fuego y encañonó al sujeto, indicándole que le entregara el vehículo; a su lado estaba la mujer. El conductor del Corolla comenzó a caminar y tuvo la habilidad de ir hacia un lado del carro, tapándose la espalda, y cuando vio la oportunidad le bajó la mano al delincuente y rápidamente desenfundó su pistola, que cargaba guardada hacia atrás, y disparó.
Se generó un intercambio de disparos en plena calle. El maleante disparó al menos cuatro veces y uno de los proyectiles se estrelló contra el portón de una de las viviendas de la zona; pero quien sería la víctima resultó ser un funcionario activo del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), quien tuvo mejor puntería y logró balear al delincuente.
Se conoció que el presunto hampón cayó y soltó el revólver; aún herido se enderezó e iba a tomar una vez más el arma. Fue cuando el funcionario la recogió para protegerse y una vez que el hombre se vio desarmado intentó caminar para irse, pero cayó y murió. Se le pudo apreciar al abatido un disparo en su antebrazo izquierdo y al menos dos en la región pectoral.
Trascendió que el funcionario del Sebin está destacado en la ciudad de Caracas.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc Lara acudieron al lugar de los hechos, inspeccionaron el sitio y comenzaron las investigaciones para tratar de identificar a las otras dos personas que andaban con el sujeto abatido.
Así mismo los residentes de la zona piensan que el motorizado que circuló antes de que aparecieran los delincuentes fue quien “marcó” al funcionario. Aseguraron que no eran personas de la zona. Los testigos tampoco pudieron ver si algún vehículo los había dejado minutos antes o los esperaba por el lugar.
El fallecido portaba algunos documentos que lo identificaban como Oscar Emilio Molina Rodríguez, de 31 años de edad. Según el registro del Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene su lugar de residencia en Carorita Abajo, parroquia El Cují, zona norte de la ciudad.
Su cuerpo fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda y hasta horas de la tarde de ayer no le habían llegado dolientes.
